El pazo de Meirás es actualmente Bien de Interés Cultural (BIC), pero no fue hasta la segunda semana de agosto de 2007 cuando se agilizó el proceso para que la que había sido residencia de Emilia Pardo Bazán pudiese abrir sus puertas al público. Fue entonces cuando el pleno de Sada aprobó sin votos en contra la propuesta del Gobierno local de que la Xunta declarase BIC el pazo, en manos, tanto antes como ahora, de la familia Franco.

El proceso ya había empezado en junio de 2006, cuando el BNG le solicitó a la Xunta protección para el pazo, pero la respuesta, más de un año después, seguía siendo la misma, que tendrían que esperar a que los propietarios permitiesen la entrada al pazo. Este acuerdo plenario empujó la iniciativa, que culminó en 2008, cuando se declaró BIC el edificio y su entorno. La polémica no ha abandonado al pazo en todos estos años, ya que la familia no está de acuerdo con que se abran las puertas de la que es su casa veraniega y, actualmente, los herederos del dictador han delegado en la Fundación Francisco Franco la gestión de las visitas públicas.

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, dijo ayer que al Gobierno gallego "no le gusta" que sea esta entidad la que se haga cargo de este servicio, ya que, según su portavoz, en las visitas se elogiará la figura del Caudillo. Román alegó ayer que la Xunta "no tiene competencias" para decidir si los actos y las declaraciones de la fundación son ilegales.