La Orquesta Sinfónica de Galicia llenó ayer la plaza de María Pita. Y no solo por su música, sino porque el concierto suponía un homenaje a las víctimas de los atentados de Cataluña. Aunque los instrumentos sonaron durante una hora, entre las 20.30 y las 21.30 horas, el minuto de silencio enmudeció a la multitud que se agolpó ante el Ayuntamiento. Un recuerdo a las personas que perdieron su vida la semana pasada en las Ramblas y Cambrils. En el repertorio de la Sinfónica, diferente del que se tenía preparado para el sábado debido al tráfico suceso, no falto Negra sombra.
No quedó ni una silla libre en la plaza, algunos optaron por seguirlo de pie y otros se sentaron en las terrazas de los locales para no perderse el concierto y a la vez refrescarse tras un día muy caluroso. Tres pantallas gigantes permitían ver lo que ocurría en el escenario desde cualquier punto de María Pita. Como director, Dima Slobodeniouk, que deleitó a los presentes con piezas de Verdi, Ravel o Chaikovski, entre otros.
El homenaje musical continúa hoy en la ciudad de la mano de la Banda Municipal, que tocará también esta tarde en la plaza del Ayuntamiento a partir de las 20.30 horas.
