Los vecinos de la Sagrada Familia disfrutaron ayer de su fiesta estival, después de que ésta fuese aplazada por los atentados de Barcelona y Cambrils. Las actividades infantiles fueron protagonistas en la plaza de la Iglesia de San Rosendo y en la pista polideportiva del barrio.

Los más pequeños pudieron saltar en los hinchables y participaron en talleres de cocinas solares y reciclaje, actividad en la que pudieron crear su propio monedero y un tragabolas para jugar. La fiesta siguió en familia, con el espectáculo Maxia absurda de Les Artuáns. Para acabar la tarde de la mejor manera, llegó la música. Primero fue el turno de la tuna de veteranos de la ciudad, que recorrieron las calles de la Sagrada Familia para animar a los vecinos. Como colofón, la gran verbena. La pista polideportiva fue el escenario de esta verbena. La orquesta Los Alkar hizo bailar a todo el vecindario.

Estas fiestas, que estaban previstas para el pasado sábado, fueron organizadas por la Asociación de Vecinos Patronal-Sagrada Familia y reunieron a decenas de personas.