Gelines Patiño pensaba ir ayer a Malpica en el bus de Arriva, como tantas otras veces, pero sus planes se vieron truncados cuando en la estación le alertaron de que ninguno de los coches que ponía ayer la empresa para cubrir este trayecto estaba preparado para llevar a personas con movilidad reducida, como lo es ella.

"Antes había un bus adaptado por la mañana y otro por la tarde, que salía a las 18.15 horas", explicaba ayer Patiño, después de haberse pasado más de medio día en la estación intentando que la empresa le diese alguna explicación o una alternativa que le ayudase a seguir con su plan de viaje, una tarea que se le hizo "muy complicada", ya que ninguno de los tres teléfonos que Arriva tiene en su página web funciona y tampoco proporciona información de si los buses que se utilizan para cada recorrido están o no habilitados para trasladar a personas en sillas de ruedas.

Asegura que llamó a Tráfico y que, allí, le dijeron que Arriva tenía que tener un autocar adaptado para cubrir esa ruta, pero que, en ningún momento, llegó al andén de la estación.

Preguntada por esta cuestión, una portavoz de la empresa aseguró ayer que le habían dado la posibilidad a Gelines Patiño de viajar hoy, a las 10.30 horas. La afectada, sin embargo, explica que esta solución no es la que ella buscaba, ya que tendrá que hacer transbordo en Carballo, para cambiarse de autobús y que eso le obligará a depender de una persona de la compañía o de otros pasajeros para que la ayuden a subir y a bajar de los autocares, cuando ella lo que busca es "ser independiente", como los demás usuarios. Arriva envió ayer a este diario un correo electrónico para pedir "disculpas" a la afectada por las "molestias ocasionadas".