La jornada que cerró ayer las fiestas de María Pita se caracterizó por la disparidad radical del tiempo entre la mañana y la tarde. El sol que lucía con fuerza a primera hora del día animó a miles de coruñeses a desplazarse a Santa Margarita para disfrutar de la tradicional romería, pero las nubes tomaron el cielo a primera hora de la tarde y posteriormente la lluvia acabó por obligar a suspender los dos conciertos programados para la noche, en los que debían actuar Samarúas y Luar na Lubre.

La Banda Municipal de Música no tuvo problemas para tocar a mediodía, e incluso Xacarandaina no se echó atrás para interpretar sus bailes a pesar del aguacero, aunque el Concello desistió de intentar celebrar los conciertos de última hora del día. La mañana contó sin embargo con una gran animación en los puestos de pulpo y churrasco, además de en el de venta de miel en el que se exhibían colmenas.