El gestor de navegación aérea de España, Enaire, ha modificado los límites en los que los pilotos deben decidir si toman tierra en Alvedro o abortan el aterrizaje en la cabecera 21, la más cercana a la ría y la que cuenta con un sistema ILS, que ayuda a los pilotos a realizar la maniobra en situaciones de meteorología adversa. La medida entrará en vigor el 12 de octubre y, de este modo, pretende paliar parte de los desvíos que atenazan al aeródromo coruñés. Con la tala selectiva de árboles en la zona de servidumbre del aeropuerto y con el rediseño de la maniobra de aproximación frustrada, Enaire prevé que el sistema ILS mejore su operatividad.

Cuando funcione con la categoría I, los pilotos podrán bajar 35 metros más que en la actualidad antes de ver la pista. Este sistema de ayuda a la aproximación emite unas señales radioeléctricas a los aviones que permiten un acercamiento a la pista en condiciones de poca visibilidad. Esos 35 metros de diferencia servirán de ayuda a los pilotos para decidir si pueden aterrizar o deben abortar la maniobra. El ILS solo está instalado en la cabecera 21, la otra, llamada 03 -la más alejada de la ría- no cuenta todavía con ningún sistema que facilite la aproximación, por lo que no le afectan estos cambios que entrarán en vigor el 12 de octubre.

En la categoría II del ILS -para situaciones de casi nula visibilidad- el punto en el que los pilotos deben tomar la decisión se desplaza aproximadamente seis metros, una distancia que la plataforma Vuela Más Alto considera que es "muy pequeña" y que se aleja de la operatividad del aeropuerto en 2011, cuando los límites eran menos restrictivos.

Enaire tiene pendiente todavía la puesta en marcha de los vuelos de prueba previos a que se instale en la cabecera 03 un sistema de ayuda a la navegación, que tiene como objetivo automatizar la maniobra de aproximación, para que los pilotos puedan tomar tierra con meteorología adversa. En tan solo cuatro días, Alvedro perdió casi 1.800 pasajeros. Y es que, ayer, la compañía Vueling decidió cancelar el primer vuelo de la mañana que une Barcelona con A Coruña, por lo que tampoco se pudo operar la vuelta, que se iba a hacer con el mismo avión. Fueron 300 los pasajeros afectados por esta medida que, según la compañía, se tomó por "causas técnicas", no meteorológicas.