El barco Esperanza, construido en Rusia en 1985, está atracado en A Coruña hasta el lunes y mañana hará una jornada de puertas abiertas antes de partir a Gijón y luego a Bilbao como destino final de la campaña Misión salvar el clima. En una parada reciente en Málaga subieron a bordo para recorrerlo 4.000 personas. Capitaneado por el gallego Fernando Romo y con 16 tripulantes de otros tantos países, el buque, uno de los tres que tiene Greenpeace, fue originalmente concebido para apagar incendios en plataformas petrolíferas.