Manuel García lleva 49 años viviendo en el Barrio de las Flores. "En el barrio todos me conocen como Parodi", explica. Llegó en 1968, fue uno de los pioneros de la asociación de vecinos, siendo secretario muchos años, y ha sido testigo de la evolución del distrito. "Muchas cosas que hay ahora, como la iglesia o el pabellón, no estaban cuando yo llegué. Con los años ha ido cambiado, pero mantiene su esencia. Los que somos de aquí estamos encantados. Es especial", afirma Parodi.

García es el presidente del club de llave del barrio, y su equipo, formado hace 26 años, es el más antiguo de la ciudad. "Tengo 85 años y sigo jugando, soy el más viejo de la Federación gallega en activo. Entrenamos en el campo de llave, situado detrás de la iglesia. Ahora estamos preparándonos para el campeonato de las fiestas", expone Parodi.

El barrio es, para García, una zona muy tranquila, llena de plazas y zonas verdes, pero que últimamente "está hecho un desastre". "Nuestro barrio es una maravilla, es mítico y es único, ahora los parques están descuidados, los niños ni pueden jugar porque hay piedras, no se limpia, se llama Barrio de las Flores y casi no queda ninguna".