Reencuentros, nuevos amigos, expectación, nervios, ilusión por volver, miedo por empezar. Estas situaciones y estas intensas sensaciones se vivieron ayer en las escuelas infantiles municipales y en los centros educativos autonómicos de la red Galiña Azul de la ciudad. Tocó volver al cole o empezar el cole a muchos niños y niñas de entre 0 y 3 años. Fue un día especial para los menores y para sus padres, y también, como cada año, para las profesoras.

Las nueve escuelas de la red municipal (A Caracola, Agra do Orzán, Arela, Carricanta, Los Rosales, Luis Seoane, Monte Alto, Os Cativos y Carmen Cervigón) abrieron las puertas tras las vacaciones a los casi 800 niños matriculados en sus tres ciclos. Fue una jornada de contacto con las aulas para hijos y padres, todos juntos en las instalaciones, antes de que hoy o en los días próximos la educación y el aprendizaje de los pequeños adopte su dinámica habitual.

Los que empezaban por primera vez no se despegaban aún del regazo de sus padres o madres, los que este año comienzan su segundo o su tercer curso se mostraban más desprendidos y activos, conocedores de las atracciones especiales de sus escuelas y familiarizados en el trato con sus maestras de los años anteriores, como ocurrió por ejemplo en la escuela infantil de Monte Alto. Alrededor de numerosos juegos y juguetes se distraían los menores o competían por agarrar los objetos más llamativos, mientras los padres comentaban entre ellos el estirón que habían dado en el verano sus hijos, las cosas que habían aprendido o los progresos en el comportamiento o el lenguaje desde el último día del curso pasado.

La concejal de Xustiza Social, Silvia Cameán, escogió la escuela Carricanta para inaugurar el curso 2017-2018; allí recordó que este año el Ayuntamiento ha reducido las tarifas para las familias y que la administración local asume el incremento del coste por plaza.

En O Castrillón, otro cargo público, el delegado de la Xunta en A Coruña, Ovidio Rodeiro, dio la bienvenida a los 82 niños de la escuela infantil de Eirís, donde aún faltan por cubrir dos de las tres plazas de reserva para emergencia social. Más de ocho mil menores de entre 0 y 3 años de Galicia comenzaron el curso en estos centros de titularidad autonómica. Para todos los que han quedado en lista de espera para acceder a las plazas, entre ellos 458 niños en toda la provincia de A Coruña, la Xunta opta por la subvención con el llamado Bono Concilia, por el cual se les da de 40 a 250 euros para poder pagar una plaza en un centro privado.