Los técnicos municipales que han analizado el proyecto elaborado por el Ministerio de Fomento para reformar la avenida Alfonso Molina, que está en exposición pública desde hace más de dos meses, han advertido en el entorno de las paradas de autobús del tramo entre Ponte da Pedra y Pedralonga características del diseño que, en su opinión, suponen problemas para la seguridad y la accesibilidad de las personas. Este es uno de los aspectos que subraya el informe de alegaciones remitido a Fomento por el Gobierno de Marea, que en el documento propone una integración más eficiente entre las paradas del bus y los itinerarios y espacios para los peatones.

El plan, cuestionado por el Concello porque no recoge todas las aportaciones municipales presentadas durante el largo periodo de contactos entre las administraciones, sitúa cinco paradas por sentido de circulación, ya existentes o nuevas, en este tramo del principal vial de entrada y salida de la ciudad. Están a la altura de la pasarela de Matogrande, del edificio de la SEAT, de la pasarela de San Vicente de Elviña, poco después de la gasolinera próxima al enlace con la AP-9 y en Palavea frente a la fábrica de armas; además el Ayuntamiento ubica una sexta parada que denomina "indirecta" en Pedralonga, propuesta para una futura pasarela en la zona.

Las imágenes de los planos del proyecto muestran soluciones en estas paradas que no convencen al Ejecutivo local porque, según las alegaciones, las sitúan sobre anchos cebreados laterales alejados de espacios peatonales, con los puntos de encuentro de las aceras de las paradas sin identificar, con dimensiones mínimas que incumplen las normativas de accesibilidad vigentes y situadas en lugares donde hay desniveles que crean dificultades a personas con movilidad reducida.

El informe reconoce que el diseño de las paradas favorece las maniobras de aproximación, parada y reincorporación al tráfico de los autobuses porque crean un espacio de protección entre el tronco y la orilla de la avenida, pero no aportan ventajas a los usuarios. ¿Por qué hay riesgos e incomodidades? Sobre todo porque para alcanzar algunas paradas es necesario cruzar una parte lateral de la calzada, como ocurre en la situada junto a la pasarela de Matogrande y Carrefour o la que está antes del desvío a la zona de A Zapateira. Hay aceras "a lo largo del cebreado de un metro de anchura que no tienen ningún tipo de conexión con la red peatonal ni longitudinal ni transversalmente. Además, el espacio de espera de usuarios se encuentra sobre la banda de pintura de casi cinco metros", explica el texto.

El Concello cree que otras paradas sí tienen mejor accesibilidad para los vecinos, pero el diseño de alguna la muestra sin marquesina, como junto a Carrefour, mientras otras sí la tienen, en el enlace con la autopista. "Una sección de un ancho de metro y medio no parece el espacio adecuado para la ubicación de las marquesinas", alega el Gobierno local.

Soluciones. El informe las propone tras dar cuenta de las deficiencias. Pasan por crear un espacio de protección entre el tronco y la orilla y la ampliación de esta para ganar seguridad al situar los servicios precisos para los usuarios; por garantizar las conexiones longitudinales y transversales; enlazar los itinerarios para los peatones propuestos minimizando los tramos de pendiente superiores al 6%, como ocurre en la parada próxima a la pasarela de Elviña en sentido entrada a la ciudad; y cumplir las anchuras mínimas que las normas exigen.