La interconexión de las áreas municipales situadas en tres plantas de la nueva sede judicial de la Fábrica de Tabacos en la que la Xunta ha trabajado después de que el Concello le reclamase una mejor accesibilidad no convence al Gobierno de Marea. El edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, visitó este jueves las instalaciones para comprobar el estado de las obras que el Ejecutivo gallego afirma haber terminado, que en su opinión "no cumplen" los acuerdos a los que habían llegado las administraciones tras la apertura del inmueble reformado, a finales del pasado mes de marzo.

"No están los dos núcleos de comunicación previstos para enlazar las áreas de las dos plantas que ocupamos al completo, la baja y la segunda, con la primera de en medio, en la que tenemos dos departamentos separados por un gran espacio. Han abierto el suelo y dejado unas viguetas metálicas que impiden el paso. No son condiciones asumibles", explica el concejal.

La Xunta, a través de sus fuentes en la ciudad, replica que ha dejado los trabajos en los términos que se habían pactado para que ahora el Concello lleve a cabo las labores de consolidación que le corresponden. Las dos administraciones firmaron un convenio por el cual se comprometían a realizar sus respectivas obras con una inversión conjunta de 100.000 euros.

Varela considera que el supuesto incumplimiento de condiciones es una forma de "dar largas" al Concello "con mala fe en cuestiones mínimas", mientras las fuentes autonómicas matizan que el Ayuntamiento debe quitar las vigas del hueco que ha quedado entre las plantas. "La Xunta ha hecho más de lo que se había hablado y lleva cinco meses esperando a que el Concello pida las llaves para empezar a ocupar el edificio", explican.

El Concello ocupará 3.000 metros cuadrados en el ala sur de Tabacos, donde pretende unificar los departamentos de Rexeneración Urbana que tiene repartidos por la ciudad: Urbanismo, Edificación, Rehabilitación y Vivienda, Servicios Generales de Infraestructuras, Conservación y Mantenimiento y Proyectos y Obras. Xiao Varela aclaraba en marzo pasado que este traslado se estaba planificando "a medio plazo".

Sin lugar para las cigarreras

Hay otro aspecto relacionado con la asignación de espacios que tampoco le gusta al Gobierno local, ya que todavía no se ha definido. Es la ubicación de una zona de homenaje a las cigarreras, el personal que durante décadas trabajó en la antigua Fábrica de Tabacos. El Concello quiere que se sitúe en un lugar "holgado" o "vistoso" y no apartado, según apunta Varela, que añade que hay espacios vacíos del edificio sin uso actual. El edil asegura que la administración local tiene "voluntad de colaborar" para resolver estos asuntos, incluso con dotaciones presupuestarias.