Convertir el monte de San Pedro en un relevante enclave turístico de la ciudad tuvo en 2007 su año clave. El mirador ubicado sobre el depósito de agua se había inaugurado el 28 de abril, casi un mes antes que el ascensor panorámico, que empezó a funcionar tras numerosas averías y percances; las dos aperturas coincidieron estratégicamente a un mes de las elecciones municipales. Entre las dos instalaciones el Concello había gastado alrededor de seis millones de euros. Pero cinco meses después el Ejecutivo del bipartito realizó nuevas inversiones en el complejo turístico al gastarse otros 425.000 euros.

Una partida de casi 320.000 euros fue para el proyecto reformado adicional del mirador y la otra, de 107.000 euros, para trabajos de canalización de la red de saneamiento, gas y electricidad. Ambos trabajos, según el Concello, no estaban recogidos en el proyecto inicial y fueron adjudicados a la empresa Mantenimiento y Construcciones Alcuba.

Diez años después, el ascensor y el observatorio siguen en funcionamiento, aunque la gestión de las instalaciones ha estado envuelta en polémica por los gastos extras que, en virtud del contrato de concesión a la firma Miramar de San Pedro -también responsable de la cafetería-restaurante-, ha tenido que asumir el Ayuntamiento en varios ejercicios. El Gobierno de Marea ultima en la actualidad la rescisión del contrato, aunque la empresa y la administración local se reclaman cantidades.