Unos irreductibles jugadores de petanca lanzan un llamamiento para evitar la desaparición de este juego en la ciudad. Ocho vecinos de Monte Alto de entre 40 y 80 años han difundido un anuncio a través de las redes sociales para animar a que más gente se sume a sus tardes de petanca en el parque situado junto al cementerio de San Amaro. Reclaman, además, que el Ayuntamiento habilite una pista para la práctica de esta actividad ya que sostienen que un espacio adecuado ayudaría a crear cantera y hace unos cuatro años que se suprimieron las pistas que había en el parque de Santa Margarita.

"El problema de la petanca es que se ha asociado a gente mayor, y no lo es, porque se requiere de destreza manual y de habilidad mental para pensar qué jugada quieres hacer frente a tus contrarios", explica Carlos Martínez, miembro del grupo de jugadores de Monte Alto y encargado de atender el teléfono en el que se pueden anotar los interesados. "Aquí se fue perdiendo y ahora la mayoría es gente mayor. La gente fallece y, si no tiene recambio, esto se muere. Nos gustaría que participara más gente y no se muera el juego", apunta.

Martínez asegura que la presencia de jugadores de petanca en la ciudad en los últimos años es anecdótica. "Me han comentado que hay tres o cuatro aficionados que juegan en Eirís", cuenta. Asegura que, sin embargo, en concellos vecinos como Culleredo o Sada sí existen nutridos grupos de jugadores, que cuentan además con instalaciones apropiadas. "En Villa Melania les van a pulir la pista y les van a poner iluminación", asegura, mientras lamenta: "Aquí el Ayuntamiento no nos ayuda. Escribimos un correo pero no nos contestaron".

Los jugadores de petanca de Monte Alto tienen clara su propuesta para el Concello. "Pensamos que se podría acondicionar una de las canchas de llave de la ciudad deportiva de la Torre con una inversión del Ayuntamiento y ya se podría jugar. Para la petanca se necesita que el terreno no tenga piedras y sea más o menos liso, y aquí, en el parque de Orillamar, hay piedras", asegura Martínez y recuerda que hace unos cuatro años que el Ayuntamiento "levantó las de Santa Margarita", donde, afirma, "había gente que jugaba todos los días". Eso sí, gente mayor.

Otra ventaja de habilitar una de las pistas de llave de la ciudad deportiva de la Torre sería, según Martínez, la posibilidad de llamar la atención de niños o jóvenes que practicasen otra actividad en la zona. "Alguna vez probaron algunos niños y les gusta. Pero en el parque de Orillamar no vienen niños, no hay columpios ni juegos", apunta.

De los miembros de este grupo, todos vecinos de Monte Alto, uno de los más veteranos, de 76 años, "iba antes a jugar a Pontevedra, donde está la federación gallega y hay competiciones. El dueño de un bar del barrio llevaba el equipo, pero se jubiló y el equipo se disolvió", cuenta Martínez, que antes jugaba a la llave y hace unos ocho años comenzó con la petanca. Ahora difunde el llamamiento para tratar de conseguir más aficionados y así poder jugar "tres contra tres, que es más divertido". "Lo que hace falta, como para todo, es gente", afirma.