Una arqueta de la canalización de aguas de la ciudad del siglo XVIII ha sido restaurada con unas obras impulsadas por el Concello. Los trabajos para acondicionar un aparcamiento junto al centro Ágora descubrieron las rocas que conforman la arqueta, que se encontraban separadas, desplazadas de su lugar original y cubiertas de tierra. Rexeneración Urbana tramita ahora su catalogación y buscará más piezas de la red en la zona de Visma.

"La arqueta había quedado prácticamente partida por la mitad. Lo que hicimos fue volver a montarla con la ayuda de un cantero y utilizando un camión pluma para poder moverla, porque el bloque era demasiado grande para moverlo a mano. Después la consolidamos con piedra de la propia arqueta y mortero de cal, lo que se utiliza en restauración en piezas antiguas porque era lo que había antiguamente antes del cemento y es mucho mejor para la piedra", explica la arqueóloga y restauradora Victoria Folgueira, que participó en los trabajos de recuperación y que explica que "se consiguió volver a montarla porque eran sillares bastante grandes y al ponerlos otra ven en su sitio quedaron bien y se pudo unir en un bloque y eliminar huecos para dar consistencia". "El enlucido original estaba roto en muchas partes y faltaban trozos, fue imposible recuperarlo pero buscamos que el aspecto general fuera un poco más armónico, que quedase estable y garantizar su conservación de cara al futuro", afirma.

En cuanto al valor de la pieza recuperada, la arqueóloga explica que "es parte de la historia de la ciudad, de la canalización de agua, que en A Coruña siempre fue problemática". "Creemos que es la única que se conserva de las 14 arquetas documentadas de todo este sistema de canalización, del que forma parte el acueducto del Paseo de los Puentes y la Fonte dos Frades, situada un poco más arriba, también en Visma. Es uno del os pocos testimonios que quedan de la red de agua original de A Coruña", apunta Folgueira.

El Ayuntamiento señala que se desconocía que la arqueta estaba allí, porque estaba cubierta de tierra y sin catalogar, hasta que una pala golpeó una de las piedras durante los trabajos para acondicionar el aparcamiento del Ágora. Ahora, "para consolidar y terminar el proyecto", el Concello acometerá una segunda fase en la que se estudiará si existen más elementos de la antigua canalización de aguas en la zona. Además, acondicionará en entorno de la arqueta para evitar que la vegetación vuelva a cubrirla y se degrade "y para que la gente sepa que está ahí".

El descubrimiento de la pieza despertó el interés de los vecinos, relata la arqueóloga. "Como está en zona muy transitada, donde va todo el mundo a pasear, fue interesante porque hubo un contacto muy directo con los vecinos, estábamos pegados a la valla, y todos los días había gente que preguntaba qué hacíamos o qué era la arqueta. Pocas veces tienes esa divulgación tan directa de poder explicarles a los vecinos. Algunos decían que se acordaban de cuanto estaba en funcionamiento. A veces la memoria? supongo que tendría agua, porque ahora está cegado, se llenó de piedras", cuenta Folgueira.