Un conductor ebrio "con el que era imposible dialogar", según informó ayer la Policía Local, fue denunciado durante la madrugada del sábado al domingo por intentar escapar de los agentes y, una vez que obedeció y detuvo el coche, hacerlo en el medio del cruce del paseo marítimo con la calle Sol, "dificultando gravemente la circulación". En cuanto aparcó el vehículo fue "imposible establecer un diálogo mínimamente coherente con él", según hicieron constar los policías en el atestado, pues "repetía constantemente que iba a denunciar a un agente por pararlo contra las normas, exigiéndole su identificación profesional". Durante "veinte minutos" desobedeció "reiteradamente" las instrucciones de los funcionarios, pues se negó a salir del coche, a identificarse y a entregar las llaves para que lo moviese un policía. Finalmente, llegaron refuerzos y el equipo de atestados, que le practicó la prueba de alcohol, y un agente desplazó su vehículo.