El camino emprendido por el Ayuntamiento en 2015, con Carlos Negreira como alcalde, y Estrella Galicia para facilitar la ampliación de la fábrica de la cervecera en A Grela encara su fase decisiva: la subasta de la parcela municipal de 11.398 metros cuadrados prevista para el crecimiento de la factoría. La Junta de Gobierno Local ha autorizado hoy las condiciones de la puja, a la que la empresa coruñesa se ha comprometido a acudir y a la que podrá concurrir cualquier interesado en aprovechar su uso industrial. La subasta tendrá un precio de salida de 3,53 millones de euros, como estaba previsto, y plazos de obligado cumplimiento para el adjudicatario, que deberá poner en marcha la actividad industrial en tres años desde la compra y mantenerla al menos durante una década.

El paso que ha dado hoy el Ejecutivo se deriva del acuerdo entre el Ayuntamiento e Hijos de Rivera, matriz de Estrella Galicia, en marzo de 2015, durante el mandato del PP. Aquel protocolo se concretó un año después, ya con Marea Atlántica en el poder, con el compromiso expreso de Hijos de Rivera de acudir a la subasta y la fijación de un precio de salida de 3,53 millones de euros. En este segundo acuerdo, la compañía garantizaba la inversión necesaria para mejorar el campo de fútbol de Eirís y compensar la pérdida del situado en A Grela, que ocupa parte de la parcela en venta.

Las bases de la subasta incorporan que la adecuación de las instalaciones deportivas de Eirís, presupuestada en 1,39 millones de euros, correrá a costa del comprador de la parcela de A Grela. A los cinco millones de euros de gasto en ambas parcelas, Estrella Galicia, de confirmarse como adjudicataria, prevé sumar una inversión de 150 millones de euros en la ampliación, casi la mitad de los más de 300 millones de euros que prevé destinar a diferentes proyectos entre 2017 y 2019. La planta de Estrella Galicia en A Grela tiene potencial para producir 400 millones de litros cada año, pero su producción real se queda en 237 millones -dato de 2016- porque necesita mayor capacidad de envasado, que la empresa prevé ganar con esta ampliación.

Las bases también estipulan que, desde la adjudicación de la parcela, su nuevo propietario dispondrá de un plazo de seis meses para solicitar licencia de obras, y que estas deberán comenzar en seis meses desde la obtención del permiso y concluir en un máximo de dos años. La actividad industrial "deberá estar en funcionamiento en el plazo máximo de tres años desde la adjudicación" y mantenerse "durante el plazo mínimo de diez años", establecen las bases, que penalizan los retrasos: un 5% del precio de venta por cada 90 días de demora en licencias e inicio de actividad; y un 10% por cada seis meses que se recorte el compromiso de operar durante al menos una década.

El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, asegura que esta operación, precedida de una modificación del plan general imprescindible para acometerla, permitirá "potenciar el sector productivo de la ciudad, favoreciendo la creación de empleo", y "ampliar y mejorar la oferta de equipamientos públicos".