La ordenación de la ocupación de la vía pública en la que trabaja el Gobierno local en cumplimiento de la ordenanza que regula la instalación de terrazas en espacios de uso público satisface a los hosteleros representados por la asociación provincial del sector. Su presidente, Héctor Cañete, admite que los negocios de las calles peatonales del centro, por las que comenzó la ordenación este verano, no ven inconvenientes en la delimitación del espacio para las terrazas con chinchetas clavadas en el suelo para dejar paso libre a viandantes y vehículos de emergencias, y que los locales se ajustan con rigor a la superficie que deben ocupar. El portavoz apuesta por continuar el proceso en otras calles peatonales de la ciudad donde no se ha intervenido aún, como pretende hacer el Concello, aunque urge al Ejecutivo de Marea a cumplir con otro requisito para completar la ordenación: decidir qué mobiliario homologado deben usar las terrazas.

"No ponemos reparos a las chinchetas ya colocadas y queremos que se haga en todas las calles peatonales. Quizá las que todavía faltan no crean tantos problemas como en las calles céntricas en las que ya se ha actuado porque no hay tantos locales enfrentados y el ancho de la calle o la plaza es más grande", explica Cañete.

El área municipal de Mobilidade tramita aún las resoluciones de concesión de licencia para disponer de terraza para los 67 establecimientos de las 34 calles peatonales del centro en las que ya se han instalado chinchetas, un proceso que prevé concluir en breve para continuar la ordenación de espacios en otras calles con mesas y sillas de hostelería que también deben dejar suficiente espacio libre para el paso de peatones y vehículos sanitarios. La gran mayoría de locales de toda la ciudad no tienen permiso de terraza en regla o no cuentan con ello, como advirtió una inspección encargada durante el mandato anterior y que está tratando de subsanar el Gobierno actual.

Calles de barrios alejados del centro como Barcelona, Gaiteira o Ángel Senra y plazas céntricas como Cormelana y José Sellier en las que no se pusieron chinchetas entrarían en el grupo de nuevos espacios donde proseguirá la ordenación de la vía pública, que el Concello definirá en adelante.

Con el mobiliario hay más retraso. Cañete repasa que hace unos dos años los hosteleros, en sintonía con los proveedores, escogieron tres modelos de mobiliario ajustados a los requisitos señalados en la ordenanza y se los presentaron a los técnicos municipales para que el Ayuntamiento decidiese uno, pero aún no lo ha hecho. "Es también una demanda importante, no solo se debe regular el espacio, porque los propietarios necesitan saber qué muebles deben comprar para que se ajusten a la norma", reclama.

La ordenanza apuesta por la homologación de mesas, sillas, toldos, sombrillas, mamparas y jardineras, que deberán ser de material resistente, fácil limpieza y buena calidad; deberán armonizar entre sí y con su entorno urbano en cromatismo, materiales y diseño; con carácter general no se permiten anclajes al pavimento y se prohíbe toda clase de publicidad en cualquiera de los elementos de las terrazas.