El colegio Montel Touzet cambiará su nombre franquista por una decisión unánime tomada por los miembros del consejo escolar. El centro educativo, que se encuentra en el número 1 de la calle Herrerías, pasará a llamarse CEIP Cidade Vella.

Así lo ha expresado su director, Mario Ramón Suárez Hermida, en un comunicado redactado tras la sesión ordinaria del consejo escolar celebrada el pasado 30 de enero. El Concello, que apoya el cambio de nombre, ha emitido un informe favorable al respecto por lo que solo queda conocer la respuesta de la Xunta. En cuanto haga pública la resolución, el colegio podrá lucir nuevo nombre ya que hasta ahora y desde 1938 hace honor a tres hermanos militares franquistas que fallecieron en la Guerra Civil.

Juan Montel Touzet era teniente de ingenieros y fue el primero de los tres hermanos en fallecer en septiembre de 1936 como consecuencia de las heridas de metralla sufridas en el frente de Asturias, donde se asentó para dirigir el bando franquista. Sus hermanos José y Luis eran alférez y murieron en el frente en 1937 y 1938.

Es uno de los tres colegios de la ciudad que todavía conserva el nombre franquista. El Enrique Salgado Torres, en el número 2 de la avenida Pablo Picasso, y el Sanjurjo de Carricarte, en la calle Alcalde Sanjurjo, hacen referencia al director general de la Vivienda en la época y alcalde de la ciudad durante la dictadura, respectivamente.

La Consellería de Educación inició en 2008 los trámites administrativos para cumplir la ley de memoria histórica y suprimir las denominaciones franquistas de los centros públicos de enseñanza que siguen exaltando la memoria de protagonistas del golpe militar del 36 o de la dictadura. Sin embargo, estos tres colegios coruñeses de Primaria no llegaron a efectuar el cambio y ahora es el consejo escolar del Montel Touzet el que solicita un nuevo nombre, que sería CEIP Cidade Vella, según su director. Fue el Gobierno local del PP el que no consideró necesario rebautizar las tres escuelas. Al ser centros de Infantil y Primaria, el cambio requiere un informe favorable del Ayuntamiento que en aquel momento nunca se solicitó y que ahora ya es una realidad. Con el aprobado del Concello, solo queda conocer la respuesta de la Xunta para que se efectúe el cambio.

Los centros educativos no son los únicos a los que se les aplica la ley de memoria histórica ya que, en los últimos dos años, varias calles de la ciudad han sido modificadas para evitar referencias franquistas y dotarlas de nuevos nombres. Es el caso de la avenida de Alférez Provisional, que ahora es denominada Avenida do Porto, la calle Salador Merino se convirtió en Ría do Burgo o Cabo Santiago Gómez es ahora la calle de la Orquesta Sinfónica de Galicia, que fue inaugurada el pasado mes de febrero.