Los propietarios del after hour Paseo Marítimo, que funciona con licencia de cervecería en el Orzán, se enfrentan a un expediente sancionador por exceso de ruido que puede desembocar en la clausura del local durante dos años. La sección municipal de Disciplina Urbanística propone esa sanción y una multa económica de 110.000 euros en el inicio del expediente, al que los propietarios del local pueden oponerse con alegaciones. Este local, ubicado en los soportales del paseo marítimo, es uno de los que los vecinos de la zona del Orzán han denunciado con insistencia como causante de ruidos, peleas e inseguridad en la zona.

El "elevado número de denuncias formuladas por la Policía Local" contra este negocio en los últimos dos años da pie al Ayuntamiento para proponer su sanción, según consta en la resolución de apertura de expediente sancionador. Ese balance de las inspecciones policiales, a juicio municipal, "denota una clara negligencia o intencionalidad del responsable de la comisión de la infracción de incumplir las condiciones del título habilitante para el ejercicio de actividad, así como las disposiciones legales".

La propuesta de sanción parte de dos presuntas infracciones, una muy grave y otra grave, ambas por superar los niveles de ruido permitidos. La muy grave deriva de las mediciones sonoras realizadas por la Policía Local en un piso de la calle Socorro entre las seis y las siete de la madrugada del 23 de julio, domingo, en las que se registraron 35 decibelios, diez por encima del máximo legal permitido a esa hora del día, procedentes del local Paseo Marítimo, concluyeron los agentes. Casi un año antes, las mediciones policiales en la misma vivienda a las ocho de la mañana también un domingo habían arrojado un resultado de 42 decibelios, superando en siete el tope autorizado a esa hora, lo que supone una infracción grave. También en ese caso la patrulla concluyó que "el ruido tiene su origen en el local Paseo Marítimo".

El Ayuntamiento propone resolver la infracción muy grave con una multa de 100.000 euros -puede oscilar entre 12.001 y 300.000 euros- y la clausura del local durante dos años -la mínima posible, que podía llegar hasta cinco-. La grave conlleva una sanción de 10.000 euros -el arco legal va de 601 a 12.000-.

La propietaria del Paseo Marítimo regentaba el after Flash en el Agra do Orzán, que el Ayuntamiento ordenó cerrar a finales de 2014 por vulnerar la legislación de ruidos después de años de quejas vecinales e intervenciones policiales. Esta hostelera señalaba hace un año, cuando ya sumaba más de cuarenta expedientes en año y medio en su nuevo local del Orzán, que los incidentes por ruidos, gritos y peleas delante o alrededor de su local nunca se habían trasladado al interior. "No queremos conflictos y dentro de la cafetería tenemos la situación controlada para evitar problemas", aseguraba entonces.