El Concello, a través de la Concellería de Medio Ambiente, ampliará el control de colonias felinas a más barrios tras la actuación del último año en el Barrio de las Flores. El Ayuntamiento impulsó esta iniciativa en febrero de 2016 con el objetivo de contabilizar el número de animales libres en la ciudad, mejorar las condiciones de vida de los gatos y controlar su alimentación con la construcción de casetas-comederos.

La primera entidad en respaldar este programa fue la protectora de animales Gatuchinhos, que actuó en el Barrio de las Flores, donde se habían localizado cuatro agrupaciones distintas. Ahora el Gobierno local se compromete a trasladar este control a otras zonas de la ciudad junto con más entidades y asociaciones animalistas, que pueden implicarse en la gestión de estos animales en el entorno urbano.

Las actuaciones se centran en la captura, esterilización y devolución de los animales a su colonia original o su recolocación en otro espacio. La Concellería de Medio Ambiente defiende que el control de su reproducción es necesario para evitar la superpoblación. El Concello proporcionará a las entidades jaulas-trampa para recoger a los gatos -es el único método admitido para su captura-, que serán trasladados a un veterinario antes de volver de nuevo a la calle. Esta medida permite también minimizar los riesgos sanitarios no solo de los felinos sino también de las personas.

Además, se quiere evitar que los gatos sean alimentados, a veces por vecinos, en cualquier lugar por lo que se instalarán casetas a las que sólo podrán acceder los voluntarios de las asociación animalistas, para que se pueda realizar un control de esta actividad. Los gatos serán alimentados todos los días en el mismo horario y la comida no podrá permanecer en los comederos más de dos horas. Con una frecuencia mínima de dos veces por semana, se procederá a la desinfección de los materiales que se encuentren dentro de esta zona delimitada. Con esta medida, el Concello pretende evitar condiciones insalubres que afectan a los barrios, pues la alimentación no regulada de los animales genera suciedad.

El Ayuntamiento, con la ayuda de las entidades colaboradoras, contará con un censo de las colonias felinas para conocer el número de ejemplares que las componen así como las nuevas incorporaciones. El Gobierno local se hará cargo de los gastos derivados de tratamientos sanitarios y quirúrgicos para esterilizaciones y desparasitación. También se encargará de la instalación de comederos.

La colaboración y concienciación de los vecinos es clave en este proceso. Su implicación ayuda al mejor control y alimentación de estos animales que viven en la calle. Además, las asociaciones se encargan de informar de sus actuaciones y de distribuir material informativo para concienciar sobre las buenas prácticas en el cuidado y bienestar de las colonias felinas de la ciudad, lo que repercute en los barrios, que mantienen así su higiene y limpieza.