La dirección de la fábrica de armas vuelve a tener problemas con la plantilla encargada de la vigilancia y la seguridad en el recinto. Es la tercera vez desde que Hércules de Armamento se hizo con la gestión de la instalación industrial tras ganar en septiembre de 2014 el concurso convocado por el Ministerio de Defensa. La actual plantilla que realiza estas funciones, GEP Seguridad, anunció esta semana paros parciales a partir del lunes 9 de octubre como respuesta al impago de la nómina de agosto y la comunicación de la dirección de que tampoco percibirá la de septiembre, según ha explicado el sindicato UGT.

La primera empresa de seguridad subcontratada fue Segur Ibérica, pero sus empleados abandonaron la fábrica en noviembre de 2015 tras reclamar a la concesionaria impagos por valor de 500.000 euros. Cuando la planta se quedó sin este personal Defensa prohibió la producción de armas en la factoría.

La concesionaria contrató el año siguiente a otra firma, Alcor Seguridad y el sindicato USO denunció que Hércules no había incorporado a los antiguos guardias de Segur Ibérica. Alcor decidió abandonar la fábrica de armas en marzo de este año y desde entonces fue GEP Seguridad, con sede en San Sebastián, la responsable de la vigilancia de la instalación.

Como cada último viernes de mes, el antiguo comité de empresa de la fábrica de armas y los trabajadores despedidos se concentrarán hoy a las 12.00 horas ante la Delegación del Gobierno para reclamar a Santiago Villanueva que cumpla los compromisos adquiridos e informe del resultado de las gestiones que iba a realizar por las denuncias presentadas por la anterior plantilla por presuntas irregularidades del proceso de adjudicación a Hércules de Armamento.