Entre los presuntos miembros de la organización que se sentarán en el banquillo de los acusados figura un guardia civil con destino en el Puerto de Vigo, de iniciales M.M.V.G., por presuntamente facilitar la entrada de contenedores con droga de la organización dirigida por el exjefe de seguridad del Playa Club. La Fiscalía exige que sea condenado a diez años de cárcel y a pagar una multa de 200.000 euros. La fiscal relata en su informe que durante los meses de abril y mayo de 2013, después de que el presunto cabecilla de la trama viajase en varias ocasiones a Sudamérica, la banda pretendía enviar un contenedor desde Perú a Vigo para probar "la infraestructura empresarial en España y los contactos en el puerto". La organización peruana, tras seis meses, decidió cancelar la operación por haber "caído" otra similar. Entonces, el exjefe de seguridad del Playa cerró junto a un grupo colombiano el envío de cocaína de Ecuador camuflada en madera dentro de contenedores marítimos. Mandaron uno de prueba el 3 de febrero de 2014, pero fue interceptado en un control rutinario en Vigo. Los ecuatorianos garantizaron que el contenedor con droga no sería inspeccionado porque tenían "contactos" con las autoridades policiales. Finalmente, la carga no entró en Galicia porque fue descubierta en Perú.

Tanto en este último caso que fracasó como en el del recipiente que enviaron de prueba, según la Fiscalía, el guardia civil era "el encargado de vigilar el tránsito de los contenedores desde su origen, incluso antes de que se supiera en la Aduana española que iban a llegar, valiéndose de los accesos que tenía a múltiples datos, a los que accedía desde el ordenador de su puesto de trabajo". El sospechoso, según el Ministerio público, llegó a cambiar un turno de trabajo para facilitar una operación.