Un grupo de trabajadores de la antigua plantilla de la fábrica de armas de Pedralonga volvió a concentrarse ayer, como cada último viernes de mes, ante la Delegación del Gobierno para reclamar explicaciones sobre la concesión de la planta y las irregularidades en la gestión de Hércules de Armamento que denuncian desde hace dos años. El actual personal de seguridad anunció paros parciales en octubre.