Dos procesados se sentarán hoy en el banquillo de los acusados por, presuntamente, intentar matar al exjefe de uno de ellos durante una pelea con armas blancas en Matogrande en marzo de 2015. Los sospechosos, según relata la fiscal, lo agredieron en plena calle sobre las cuatro de la tarde del 14 de marzo. El origen de la reyerta, en la que emplearon una catana y un puñal, fue una deuda como consecuencia de la realización de unos trabajos, según consta en las diligencias policiales. La Fiscalía exige siete años de cárcel para cada uno de los sospechosos por cometer un delito de intento de homicidio. Ambos tenían antecedentes penales y permanecen en prisión provisional sin fianza.

La víctima, según señala el Ministerio público, citó a su exempleado por teléfono frente a un hostal. Se encontraba acompañado por un amigo, quien también lo retó a través del móvil para que se presentase en Matogrande o, de lo contrario, irían "a por él, a por su esposa e hija". Esta persona también será enjuiciada y se enfrenta a una petición de dos años de cárcel por cometer un delito de omisión de los deberes de impedir delitos o de promover su persecución -pues contempló "impasible" la pelea- y de otro de encubrimiento -ya que recogió de la calle y escondió en su coche el puñal que llevó su amigo a la pelea para evitar que lo encontrase la policía-.

El acusado al que citaron alertó a un amigo de la previsible reyerta, metió una catana de 95 centímetros en el maletero de su coche y se dirigieron a Matogrande. Su acompañante se quedó dentro del automóvil por si el procesado "necesitaba ayuda". Ambos quedaron en que lo avisaría por teléfono "para que acudiese en su auxilio", según apunta la fiscal. Finalmente, intervino en la pelea. De hecho, según la Fiscalía, hizo uso de la catana para defender a su amigo "con la intención de matar" a su contrincante, por lo que exige al tribunal que lo castigue con siete años de cárcel por cometer un delito de intento de homicidio.

La víctima y su exempleado se encontraron en la calle Enrique Mariñas, donde comenzaron a discutir por asuntos relacionados con una deuda. El hombre que estaba en el barrio sacó de su cazadora un puñal de doble filo con empuñadura de metal y se lo clavó varias veces a su exemplado, quien, al tratar de defenderse y esquivar las puñaladas, terminó golpeándolo, logró arrebatarle el arma blanca e intentó acometerlo con ella. El hombre, ya desarmado, corrió en dirección a un restaurante y trató de esconderse entre dos vehículos estacionados en la puerta del establecimiento, pero se cayó al suelo.

La Fiscalía sostiene que ambos iniciaron otra discusión y, cuando el imputado que tenía el puñal se disponía a clavárselo "con la intención de acabar con su vida", apareció su amigo y cortó a la víctima, que estaba tendida en el suelo, con la catana "con idéntico propósito de ocasionarle la muerte". Así, lo golpeó con ella en la cabeza, donde le ocasionó "un gran corte" y en el antebrazo derecho. El afectado, de 47 años, tuvo que ser asistido de urgencia en el hospital Universitario y corrió el riesgo de perder su mano derecha debido a la gravedad del corte. Los dos acusados de un delito de intento de homicidio abandonaron el lugar de los hechos al percatarse de que la víctima sangraba "abundantemente" y de la presencia de viandantes en la zona.

El Ministerio público solicita que indemnicen al afectado con 242 euros por la heridas que sufrió y con 26.297 euros por las secuelas que sufre. Además, reclama que abonen al Sergas los gastos médicos de la atención prestada al perjudicado. La acusación pública reclama que la víctima sea sentenciada a tres años de cárcel por cometer un delito de lesiones con instrumento peligroso, pues en un primer momento apuñaló a su exempleado, quien después intentó "acabar con su vida".