El acusado de intentar matar a su exjefe durante una discusión relacionada con una deuda en Matogrande se declaró ayer culpable ante el tribunal de la Audiencia Provincial y aceptó ser condenado a tres años de cárcel, por lo que el juicio no se celebró y se dictó sentencia oral en la sala. El procesado admitió que apuñaló a la víctima con la intención "de acabar con su vida" el 14 de marzo de 2015 sobre las cuatro de la tarde en plena calle.

El amigo del imputado que cortó al afectado con una catana cuando estaba malherido en el suelo entre dos coches también reconoció ser autor de un delito de intento de homicidio y se mostró conforme con que lo condenasen a tres años de prisión. Ambos aceptaron que los jueces les impusiesen el pago de una indemnización a la víctima de 26.539 euros por las lesiones y las secuelas que sufre, tal y como reclamaba la fiscal en su escrito de calificación. El Ministerio público solicitaba que fuesen castigados con siete años de cárcel, pero antes del juicio, previsto para ayer, las partes llegaron a un acuerdo.

Los dos sentenciados cuentan con antecedentes penales e ingresaron en prisión provisional tras su detención el día de los hechos, pero en la actualidad solo el condenado que usó la catana contra la víctima permanece privado de libertad. El abogado del exempleado del denunciante, Diego Reboredo, solicitará la suspensión de la pena de cárcel de su defendido por toxicomanía.

La víctima citó a su exempleado por teléfono frente a un hostal de Matogrande. Se encontraba acompañado por un amigo, quien también lo retó a través del móvil para que se presentase en la dirección que le proponían o, de lo contrario, irían "a por él, a por su esposa e hija". Ante la previsible pelea, el exempleado del denunciante alertó a un amigo para que lo acompañase a Matogrande, cogió una catana y la introdujo en el maletero de su coche. Armados se dirigieron al punto de encuentro. Nada más verse las caras, el exjefe y su extrabajador llegaron a las manos.

El hombre que casi muere atacó a su exempleado con un puñal que escondía entre la cazadora, pero su contrincante logró arrebatárselo y lo acometió varias veces con él. El exjefe optó por huir a la carrera y refugiarse entre dos coches situados en la puerta de un restaurante, donde tanto su exempleado como el amigo que lo acompañó a la cita lo apuñalaron y lo cortaron con una catana en la cabeza y el brazo derecho con "la intención de acabar con su vida". Los procesados emprendieron la huida al percatarse de la gran cantidad de sangre que había en la acera y de los numerosos transeúntes que caminaban por la zona. La Policía Nacional los detuvo ese mismo día.

La víctima, de 47 años, quedó tendida en el suelo y tuvo que ser asistida de urgencia en el hospital Universitario, pues corrió el riesgo de perder su mano derecha debido a la gravedad de uno de los cortes que le causaron con la catana.