En octubre de 2017, tras 19 meses de conflicto laboral, las negociaciones entre los funcionarios municipales y el Ayuntamiento se rompieron y el enfrentamiento volvió a traducirse en atascos. Grupos de empleados municipales provocaron por la tarde retenciones en algunos de los puntos de mayor densidad de tráfico, aunque ni los sindicatos ni la Policía Local quisieron relacionar los atascos con ninguna medida de presión.

Los embotellamientos se produjeron entre las 19.15 y las 20.30 horas en la ronda de Outeiro y la avenida de Finisterre y a partir de entonces y hasta las 21.00 horas, se trasladaron a la zona de Linares Rivas y la plaza de Lugo. Medidas de protesta semejantes ya se habían realizado por grupos de funcionarios en diversas ocasiones a lo largo del conflicto, aunque nunca se reivindicaron. Los atascos se provocaban siempre los viernes, días ya de por sí complicados para el tráfico. En una ocasión, se registró un atasco de más de tres horas debido a que personas no identificadas vertieron aceite a la salida del túnel de Juana de Vega mientras otras ralentizaban el tráfico en Juan Flórez.

Los atascos de octubre de 2017 se produjeron al día siguiente de que Ayuntamiento y sindicatos pusieran fin a los contactos para resolver el conflicto, pese a que en las últimas semanas parecía encauzado. El Gobierno local reclamaba a los sindicatos que, además de otras cesiones, retirasen los recursos contra la relación de puestos de trabajo, a lo que se negaron.