Un año y nueve meses de cárcel. Esa es la pena que aceptó un acusado de vender sustancias estupefacientes en los alrededores de su domicilio, situado en el barrio de Os Mallos. El procesado se declaró culpable ante el juez y se mostró conforme con ser sentenciado a 21 meses de prisión, que no cumplirá porque carece de antecedentes, con la condición de que no vuelva a delinquir en los próximos dos años. El condenado por cometer un delito contra la salud pública fue interceptado por la Policía Nacional en enero de 2012 en las inmediaciones de su vivienda cuando vendía hachís a consumidores.