Veintiún meses de cárcel, que no cumplirá porque carece de antecedentes, y el pago de una multa de 360 euros y de una indemnización de 994 euros. Esa es la condena que le impuso una juez a una empleada de hogar que en el mes que trabajó en un piso de Monte Alto sustrajo 200 euros y utilizó la tarjeta de crédito de los dueños de la vivienda para hacer compras por internet por importe de 794 euros.