El radón enciende las alarmas. La preocupación del personal de las facultades de Sociología y Comunicación por la concentración de este gas en el edificio que ocupan, donde desde 2004 se registraron casos de cáncer, ha llevado a la Universidad a encargar más mediciones de radón y reconocimientos médicos hasta final de año, aunque la institución desvincula el origen de estos casos de causas físicas, químicas o biológicas. A esta inquietud contribuye otro caso del que ha informado este periódico: el del exdirector del Museo Arqueológico, operado de cáncer de pulmón este año tras haber estado durante catorce años expuesto al radón en su despacho. El jefe de Oncología del Hospital Universitario, Luis Antón Aparicio, recomienda prevención y huye del alarmismo.

- Hay expertos que aseguran que el radón es la segunda causa de muerte por cáncer de pulmón.

-No está fundamentado que sea la segunda causa de muerte. Es un riesgo cuantitativamente asociado, no sé si el segundo, pero el primero, desde luego, es el tabaco. No se puede concluir que el radón sea directamente responsable como inductor de cáncer, sí un riesgo. El tabaco sí es responsable directo.

- ¿Qué conviene saber del gas radón?

-Es un gas que se libera a la atmósfera por los minerales, de forma específica el granito. Una de las placas de granito que emergieron en España en el periodo Cuaternario está en Galicia, la otra en el macizo central. Hay áreas con distinta exposición: baja hacia Asturias y León y alta en la costa coruñesa hasta Finisterre excepto la punta, en A Limia y en Cervo. El radón se acumula mucho en espacios de minas y en casas de piedra o lugares de trabajo graníticos.

- ¿Solo la exposición al radón genera síntomas comunes?

-No. Son imperceptibles. Repito que la exposición al radón es un riesgo asociado al cáncer de pulmón, evidentemente, pero el primer riesgo es el tabaco. Todo lo que sea prevenir este riesgo es fundamental.

- ¿Cómo debemos prevenir?

-El riesgo del tabaco, no fumando y el del radón, como no sea yéndose a vivir fuera de Galicia, pues aireando los interiores, no pasando demasiado tiempo en ambientes cerrados o casas de piedra? Eso no es fácil para todos. Los más expuestos al radón residencial deben hacerse estudios de diagnóstico precoz y un seguimiento radiológico y neumológico. A los que llevan menos tiempo viviendo en esas casas, que utilicen métodos de extracción y liberación de aire, que hay varios. Hay que medir periódicamente cuántos becquerelios por metro cúbico de aire se liberan.

- ¿Qué escenarios nos podemos encontrar según el nivel de exposición al radón?

-Por debajo de los 50 becquerelios el riesgo es menor. Entre 50 y 100 es alto. Y por encima de 150 hay que protegerse. Por los datos que tenemos en el área sanitaria de A Coruña, de 560.000 habitantes, yo no tengo casos de alarmismo por una mayor incidencia, algo que sí ocurrió hace años con el asbesto.

- ¿Tenemos que alarmarnos?

-Hay que ser cauto, informar y no alarmar. Defiendo la medicina preventiva en todo. Para aquellos que han dejado de fumar el riesgo relacionado con el radón es bajo, más si lleva más tiempo sin fumar, pero no desaparece. Respecto a los no fumadores, los estudios no proporcionan datos estables.