El hombre de 67 años que el 23 de julio de 2014 embistió con su coche a su vecino, de 76 años, por la espalda "con la intención de acabar con su vida", fue condenado a dos años de cárcel y a la prohibición de residir en el término municipal de Culleredo, donde sucedieron los hechos, durante cinco años. Durante ese tiempo, el procesado, que permaneció dos años en prisión provisional, tampoco podrá aproximarse a menos de 200 metros de la víctima, acudir a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro donde se encuentre, ni comunicarse con ella por cualquier medio.

El imputado, tras mantener un altercado con su vecino, se subió a su coche y, al verlo caminar, aceleró, atravesó el carril de sentido contrario, se subió a la acera y lo atropelló por la espalda. El afectado cayó sobre el capó y fue proyectado hacia el suelo, donde quedó inconsciente. El condenado dio un giro de 180 grados y regresó en el automóvil a su casa, según considera probado el tribunal de la Audiencia Provincial en la sentencia. El hombre, que permaneció tendido en el suelo sangrando, fue socorrido por vecinos hasta que llegaron los servicios de emergencias. La víctima curó a los 50 días, que fueron de incapacidad total para la realización de sus tareas ordinarias, de los cuales diez fueron de ingreso hospitalario. El 26 de enero de 2016 fue declarado en situación de incapacidad permanente total para el desempeño de su profesión y sufre graves secuelas, tanto físicas como psicológicas, que le afectan a diario.

La Audiencia impuso al procesado el abono de una indemnización de 51.000 euros a la víctima por las lesiones y las secuelas y de 6.700 euros al Sergas por los gastos que le ocasionó la asistencia prestada al herido. El sentenciado por intentar matar a su vecino pasándole con el coche por encima alegó durante el juicio, celebrado a finales de septiembre, que su intención era "asustarlo" y atribuyó el alcance a un "fallo técnico" del turismo.

La Fiscalía le imputaba en su escrito de calificación un delito de intento de homicidio por el que reclamaba que fuese condenado a siete años de prisión, a la prohibición de residir en Culleredo durante diez años y a una orden de alejamiento de la víctima durante el mismo tiempo. Además, demandaba que pagase una indemnización de 18.168 euros.

El tribunal de la sección segunda de la Audiencia tuvo en cuenta a la hora de dictar la pena por un delito de homicidio en grado de tentativa la atenuante muy cualificada de reparación de daño, pues el imputado antes del juicio ingresó a la víctima 14.000 euros y se comprometió a pagar 10.000 a plazos.