Once días de alta tensión en un país africano por una situación en la que solo eran actores secundarios. Ese fue el calvario por el que tuvieron que pasar en 2007 los siete tripulantes de un avión de la línea de vuelos chárter Girjet, entre ellos la azafata oleirense Carolina Jean López, quienes fueron detenidos en el aeropuerto de Yamena acusados por el Gobierno de Chad de colaborar con la ONG El Arca de Zoé en el secuestro de 103 niños supuestamente huérfanos que iban a ser llevados a Francia para ser adoptados.

Pero las autoridades chadianas descubrieron que los pequeños en realidad tenían familia y sospecharon que en realidad la ONG trataba de sacarlos ilegalmente del país, por lo que paralizaron el embarque. Durante los días siguientes, los gobiernos español y francés desarrollaron una intensa labor diplomática para liberar a los detenidos, aunque solo el viaje del presidente galo, Nicolas Sarkozy a Chad desatascó el embrollo. Cuatro tripulantes españoles, con la azafata coruñesa entre ellos, regresaron sanos y salvos, aunque tres de ellos permanecieron unos días más en Chad hasta que se aclaró su intervención en los hechos.