La deuda del Concello, el dinero que tiene que devolver a las entidades financieras y al Estado, ha interrumpido el clima de entendimiento entre el Ejecutivo de Marea y el grupo socialista, reflejado en distintos acuerdos para introducir cambios en el presupuesto que fueron aprobados por el pleno en este segundo semestre. La condición del PSOE de fiar su apoyo a la última modificación propuesta por el Gobierno local a que el Ayuntamiento amortizase deuda pública con una "parte importante" del superávit de las cuentas del año pasado, con el que Marea pretendía ejecutar diversas inversiones en la ciudad, ha desestabilizado esa relación de sintonía.

¿Cuál es la deuda del Concello? Su endeudamiento total, que incluye lo que debe a los bancos por los créditos solicitados y a las administraciones públicas, era de 85,7 millones de euros tras la liquidación presupuestaria de 2016, según refleja la evolución de la deuda en el portal de transparencia de la web municipal. La edil de Facenda ha cifrado en 73 millones la deuda viva, lo que debe devolver el Concello a las entidades financieras, y ayer aseguró que cerrará el año rebajándola a menos de 68 millones.

¿Qué superávit tiene? Cuando los ingresos no financieros son superiores a los gastos no financieros una administración tiene superávit. El del Ayuntamiento al cierre de la liquidación de 2016 fue de 27,5 millones de euros, dado que los ingresos que obtuvo por tasas e impuestos y por las transferencias de entidades y de otras administraciones superaron a los gastos dedicados a inversiones y obras, al mantenimiento de servicios, a las subvenciones para entidades y al personal.

¿Qué indica la ley respecto al destino que los ayuntamientos deben dar a su superávit? El artículo 32 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera señala que debe servir para reducir el endeudamiento neto de los concellos, aunque una disposición de esta norma y otra de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales permiten excepcionalmente utilizar el superávit para "inversiones sostenibles" a través de remanentes de tesorería positivos, es decir, con dinero del presupuesto que no se gastó al cierre de un ejercicio. Para ello, las ayuntamientos deben estar económicamente saneadas y no superar un determinado límite de deuda.

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Pleno extraordinario en A Coruña 16/11/17

¿A qué quería el Gobierno local dedicar parte del superávit? Tras haber amortizado este año con parte del superávit de 2016 cinco millones del pago del crédito solicitado en 2012 por el Ejecutivo local del Partido Popular dentro del programa estatal de Plan de Ajuste, ahora pretendía destinar 537.600 euros a la amortización extraordinaria de deuda y algo más de nueve millones a inversiones sostenibles, entre ellas la renovación de pavimentos en la ronda de Outeiro y en Os Rosales, reurbanizaciones, equipamientos de separación de residuos en la planta de Nostián y mejoras de eficiencia energética y alumbrado en varias zonas de la ciudad.

¿Por qué el PSOE no apoyó ayer estas inversiones? Esta semana, dos días antes del pleno, el portavoz, José Manuel García, instó al alcalde a modificar su propuesta de gasto extraordinario para destinar una cantidad mayor de superávit a la amortización de la deuda municipal. Los dos millones, más los 537.600 previstos inicialmente, que propuso ayer Marea a través de una enmienda en el pleno fueron insuficientes para los socialistas, que pedían al menos la mitad de los nueve millones y tumbaron la iniciativa inversora. El PSOE promovió este año en el Congreso, aprobada por la cámara, una moción en la que reclamaba al Gobierno estatal la revisión de la regla de gasto de las entidades locales para que los ayuntamientos pudieran destinar su superávit a inversiones y empleo.

¿En qué se puede gastar el superávit tras el no del pleno a incorporarlo al presupuesto? Ni el alcalde, Xulio Ferreiro, ni el portavoz del PSOE sabían ayer qué se puede hacer ahora con el superávit que se preveía invertir en la ciudad y no aprobó el pleno, ante lo que deberá pronunciarse el interventor municipal. García comentó que aún es posible que los grupos convoquen otra sesión para debatirlo siempre que negocien antes el destino de la inversión.