La Policía Nacional detuvo a una empleada del hogar por sustraer joyas del domicilio en el que trabajaba. La propietaria cifró el botín en unos 100.000 euros. La investigación se inició a raíz de la denuncia de la perjudicada, quien manifestó que entre el 19 de agosto y el 19 de octubre le desaparecieron de su domicilio "de manera escalonada" numerosas joyas. Cuando echó en falta las dos primeras pulseras pensó que las podía haber extraviado, pero, posteriormente, con la desaparición de otras piezas, sospechó que se trataba de una sustracción.

Los investigadores realizaron las correspondientes pesquisas para averiguar lo ocurrido e identificar al autor del robo. Los indicios apuntaban a una mujer de 68 años, que trabajaba como empleada del hogar en el domicilio de la denunciante durante los últimos meses. En el transcurso de la investigación, se lograron recuperar algunas de las joyas robadas, entre ellas una piedra de un anillo valorada por la denunciante en unos 60.000 euros. Las piezas recuperadas fueron entregadas a su propietaria.

Cuando los agentes lograron reunir todas las pruebas para demostrar que la asistenta era la autora de las sustracciones procedieron a su detención, el pasado 10 de noviembre. La mujer reconoció los hechos en su declaración en dependencias policiales.

La Policía Nacional informó ayer de que finalizó las diligencias, por lo que dio parte de todo lo ocurrido a la autoridad judicial. La arrestada carecía de detenciones anteriores.