Es una idea que surgió en Barcelona, pero que el Comité Antisida da Coruña (Casco) ha importado para la ciudad. Se llama Sex Point y tiene como objetivo ofrecer información a las personas que la requieran para evitar que se propaguen las enfermedades de transmisión sexual por desconocer cómo actuar contra ellas o por carecer de hábitos saludables.

Este punto de encuentro, que está en la sede de la entidad, en el número 24 de la calle Padre Sarmiento, se presenta como un lugar en el que los usuarios pueden "sentirse cómodos" para preguntar, para resolver dudas sobre su salud sexual y afectiva, libres de prejuicios y de etiquetas, pero tiene también una parte de intervención en la calle, en aquellos lugares en los que se pueden producir situaciones de riesgo, como en los botellones o en los locales de ocio nocturno. El servicio, que ya ha empezado funcionar, cuenta con la colaboración de la unidad de enfermedades infecciosas del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac). La directora de Casco, Sonia Valbuena, explica que, además de estos servicios, ofrecerán también consultas a través de Skype para los usuarios que no puedan desplazarse hasta A Coruña para ser atendidos.

Este espacio nace de la necesidad de que las personas sexualmente activas, independientemente de cuál sea su orientación, conozcan las claves para practicar el sexo de manera segura.

"Debemos ir allí donde se necesita información; centros educativos, centros cívicos, penitenciarías... Todos los sitios que vean que es necesario el asesoramiento para conocer cómo pueden evitar infecciones de transmisión sexual tendrán la ayuda de los trabajadores de Casco", explica el responsable del proyecto, Cristian Garza.

Las visitas a otros centros e instituciones están todavía en proyecto, pero las consultas en la sede del comité se han convertido ya en una realidad. En el Sex Point hay personal especializado en la realización de pruebas rápidas de VIH, así como en educación sexual, un departamento legal y otro psicológico para prestar ayuda. Y es que, según explican desde Casco, se estima que uno de cada cuatro jóvenes tendrá a lo largo de su vida una enfermedad de transmisión sexual y alertan del repunte generalizado que se ha producido en el caso de contagios de VIH y de sífilis, sobre todo entre hombres.

En la agenda, los trabajadores tienen también la puesta en marcha de jornadas informativas en las asociaciones LGTBQI para mostrarles cuáles son los nuevos riesgos dentro de su colectivo, por ejemplo, las chem sex o sexiones [sexo con química] , una práctica en la que los participantes se reúnen durante horas -incluso días- para consumir drogas y practicar sexo sin descanso y sin control.

Este nuevo espacio de información se suma a la actividad que desarrolla Casco de manera habitual, como el punto de calor, la ayuda a los presos o los pisos de acogida en los que jóvenes y mayores encuentran una segunda oportunidad alejados de las drogas y de otras adicciones.