El rector de la Universidade da Coruña (UDC), Julio Abalde, subrayó en la última reunión del Consello de Goberno, a finales de octubre, que el edificio que alberga las facultades de Sociología y Ciencias de la Comunicación carece de "problemas de radón por encima de los límites legales". Abalde defendió su negativa al traslado del personal del edificio porque sostiene que "no hay ninguna razón objetiva que lo justifique", al tiempo que admitió que la preocupación de los trabajadores y de los estudiantes se debe a "una situación de alarma psicosocial".

Los asistentes al consello, según consta en el acta de la reunión, fueron informados de que el estudio encargado a raíz de que se detectasen "varios casos de cáncer" entre el personal docente entre 2004 y 2015 registró "medidas elevadas" de radón en el almacén de Ciencias de la ComunicaciónCiencias de la Comunicación. "Como consecuencia, se trasladó a un trabajador y se realizaron obras de acondicionamiento que hicieron que en esas instalaciones los resultados sean inferiores a 100 becquelerios -el límite legal se sitúa entre 300 y 400 por metro cúbico de aire-", recalcó Abalde. El rector recordó que tras el diagnóstico de dos casos de cáncer durante el pasado mes de agosto a dos docentes de Sociología, la Universidad ha puesto en marcha un "plan específico de actuación" para eliminar el radón a través del suelo, realizar un estudio epidemiológico, hacer catas para estudiar la presencia de contaminantes, examinar los materiales del edificio y trasladar de forma voluntaria al personal durante las obras.

La activación de estos planes preventivos responde a la preocupación del personal administrativo y de servicios, estudiantes y profesores de las dos facultades afectadas. La UDC insiste en que los dos edificios están en perfectas condiciones, pues las mediciones de radón, un gas noble altamente concentrado en Galicia que se desprende del granito y puede producir cáncer de pulmón, están por debajo de los límites legales.

"Estamos trabajando para que ningún empleado esté en riesgo", garantizó Abalde, quien insistió en que "no parece lógico" desplazar a todo el personal del centro. "Lo que hay es una situación de alarma psicosocial. El traslado va a afectar solo a las personas afectadas por las obras", apuntó. Defendió que el radón "puede tener un efecto constatado en incrementar el riesgo de cáncer después de exposición durante 25 años". Abalde reclamó "apoyo" porque advirtió de que "no hay garantías de que cesen en sus reclamaciones", en referencia a los docentes que exigen el traslado.