Programa de corte sinfónico, aunque algunas obras hayan sido escritas originariamente para cierto tipo de bandas, como la obra de Saint-Saëns (para conjunto de vientos) y la de Sparke (para brass band; posteriormente reescrita para banda sinfónica), las obras de Humperdinck y de Hindemmith son obras orquestales transcritas para Banda. En consecuencia, el programa, fue de enorme dificultad. La agrupación instrumental coruñesa sigue sonando muy bien. Tan sólo querría insistir en que este magnífico instrumento colectivo tiene una probada capacidad para regular el volumen que debe aprovecharse mejor. Comprendo que el tener en la mano a una banda capaz de producir fortísimos (de muchas efes) sin que aparezca la menor distorsión, tiente a las batutas a desencadenar en algunos momentos toda la potencialidad sonora de la agrupación coruñesa; pero es preciso buscar un mayor refinamiento que es, en gran medida, lo que distingue a nuestra colectividad de otras bandas y la hace ser una de la primeras de España. La poco interesante obra de Saint-Saëns se salva por la fuga final; la versión, muy notable. Como lo fue también -aunque con algunos excesos de volumen- la de El año del dragón. La obra tiene ciertos aspectos interesantes; pero ni se aprecia referencia alguna a la cultura china ni el dragón aparece por ninguna parte, salvo algún ocasional rugido del bajo al comienzo. Quizá lo mejor equilibrado en cuanto a volumen haya sido la encantadora obertura de Humperdinck, Y, en muchos momentos, la difícil partitura de Hindemith (por cierto, bastante más afín, en el segundo movimiento, al universo chino que la obra del dragón). Correcta interpretación del pasodoble Patio florido, de Saavedra. Con franqueza, he oído cosas mejores de este mismo compositor.