El Concello, la Diputación y el Parlamento de Galicia respaldaron en el primer semestre la necesidad de potenciar el tren de cercanías entre A Coruña y Ferrol, bien a través de mociones apoyadas de forma unánime o de una proposición no de ley con la que reclamar al Estado "planificaciones estratégicas" en esta línea, como aprobó la Cámara gallega. Sobre el terreno, a ese respaldo no le acompañan aún acciones claras ni concretas, protesta la plataforma que defiende esta línea de ferrocarril convencional, cuyo portavoz es Alberto Díaz, representante sindical con 38 años de experiencia en Renfe. Esta mañana el colectivo anima a usuarios a sumarse a un viaje reivindicativo a Ferrol a partir de las 10.15, con llegada de vuelta a la estación de San Cristóbal a las 15.30 horas.

- Seis meses después de las voluntades transmitidas por las administraciones, ¿qué avances hay en la línea A Coruña-Ferrol?

-Hasta la fecha solo eso, solo vemos voluntad por parte del Ayuntamiento de A Coruña y de concejales de otros ayuntamientos. Más allá de las posturas políticas, todo sigue igual: ni actos concretos ni inversiones específicas. Llegó a haber un presupuesto para hacer un estudio de mejora, nada más, pero desconocemos si se ha gastado el millón de euros que se decía que costaba.

- ¿Temen que la demanda de un tren de cercanías de calidad caiga en saco roto?

-Hubo años de lucha por el corredor del Eje Atlántico y poco a poco se invirtió en la renovación de una línea ferroviaria necesaria. Al final se demostró que invirtiendo se gana en calidad y se captan usuarios. Es lo que intentamos con la línea a Ferrol. Cuanto más insistamos, más voluntades conseguiremos sumar a favor de una red que es vital para la ciudad. Derrota tras derrota hasta la victoria final, se suele decir. Que no quede por la voluntad de la plataforma. El ferrocarril es un servicio público que debe hacer prestaciones a la ciudadanía tanto como la sanidad y la educación, y se tiene que revitalizar.

- ¿Desde cuándo está degradado el servicio a Ferrol?

-Desde hace 20 años se han ido recortando poco a poco los servicios, los trenes y las circulaciones, eliminando apeaderos intermedios, hasta el punto de que hoy hay seis en los que solo para un tren por sentido y día y donde no se garantiza la movilidad de esos núcleos de población a través del ferrocarril. Hoy la línea tiene cinco servicios, dos con el tren Alvia y tres con el ferrocarril convencional.

- ¿Hay demanda ciudadana pese a la reducción de oferta?

-Con una oferta cada vez menor, la demanda es menor. Potenciales usuarios los hay, medio millón en el área metropolitana de A Coruña, lo que hay que hacer es ofertar un servicio de calidad. El tren es un medio de transporte más ágil que cualquier otro.

- ¿Por dónde pasan las mejoras técnicas que proponen?

-La primera, por electrificar la línea, con lo que evitaríamos el uso de combustibles fósiles. Después, remodelar la plataforma de vía, recortar algún radio de curva y alguna pendiente con demasiada inclinación. El resto, hacer los cambios oportunos en los apeaderos para que los trenes puedan cruzar en ambos sentidos. Y construir el bypass de Betanzos-Infesta, para acortarle 20 minutos al trazado. La inversión no sería tan grande y consistiría en hacer un túnel que permitiera conectar desde un poco más adelante de Cecebre hasta Betanzos ciudad. Así se evitaría la pendiente de esa zona y se allanaría más abajo. La electrificación permite una mayor aceleración de los vehículos y una frenada más rápida. Se alcanzaría una velocidad comercial respetable, de 40 minutos, y daría un buen servicio. No hay otro medio de transporte que ahora lo haga en ese tiempo.

- ¿Y cambiar los trenes?

-Cambiar los de ahora de tracción diesel por unos trenes eléctricos. Serían costes menores. Porque si vienen ocupados, la inversión está bien hecha. Al final, la rentabilidad que busca el tren de cercanía es la rentabilidad social que perciben todos sus usuarios, que hace que el tren sea un transporte que lleva a más gente en menos tiempo, que no contamina y que tiene un impacto sobre el terreno menor que una carretera o una autopista.

- ¿Qué intereses impiden el desarrollo del tren convencional y del tramo A Coruña-Ferrol?

-En este momento son los intereses de las empresas privadas de autobuses subvencionadas por las Xunta, que marcan los condicionantes para que no haya competencia, cuando la competencia desleal es la que están haciendo los propios autobuses, y con dinero público.