La plaza de la Cormelana, al final de la calle Orzán, es la nueva zona de moda de ocio nocturno en la ciudad. Eso ha dado vida al barrio, según los hosteleros, pero los vecinos no opinan lo mismo. Incluso el Concello estudia convertir este espacio con locales en Zona Acústicamente Saturada. "Nos hemos quejado pero el problema sigue. La gente que va a los bares sale fuera con sus bebidas y eso genera mucho más ruido", expone la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Ensenada del Orzán, Aure López, y añade: "No vemos ningún descenso ni cambio". Aure López vive en la zona y señala que lleva "años aguantando la situación". Ahora se ha agravado. "No tienen por qué decirlo unas máquinas —se refiere a los medidores de decibelios—, lo saben los que viven aquí. Hay que escuchar a quien vive aquí y no a otros. El ruido de la calle es muy molesto", explica. Declara que "hay fines de semana en los que a veces disminuye el ruido, pero al siguiente vuelve". "Es una pena", aclara.

Los vecinos de la Ensenada del Orzán también se quejan del "follón" en la calle Socorro. "Llamamos a la Policía y no pasa nada. Esto no puede ser", finaliza.

Entiende que "no es fácil" poner fin al problema, aunque señala que debería "haber más control" por parte de la Policía y el Ayuntamiento. "Podríamos disfrutar todos de la zona pero no. La hostelería invade las terrazas. No puede ser", critica.

La presidenta de la asociación vecinal no duda en declarar que "hay un malestar general" que no cesa. Los hosteleros, por su parte, defienden que su llegada a la plaza de la Cormelana ha reactivado una zona donde hace poco más de dos años reinaba un ambiente inhóspito y era escenario de conflictos. Los propietarios de los bares insisten en que buscan "crear un ambiente familiar". Además, según los hosteleros, "los fines de semana, la calle queda vacía a las tres de la mañana" por lo que el ruido no debería ser un problema para los vecinos.