El ocio nocturno es la segunda fuente de ruido, aunque en la ciudad ha disminuido el número de vecinos afectados por esta actividad. El presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Héctor Cañete, explica que esto se debe "a que el ocio en el Orzán se ha acabado y se ha trasladado a otras zonas". "Esa es la novedad", agrega.

De todos modos, manifiesta que "el principal foco de ruido es el tráfico pero la hostelería siempre se lleva la culpa". "El ocio en los bares está controlado. Es cierto que la hostelería genera ruido pero tiene una normativa muy estricta", explica.

Cañete considera que se actúa "rápido ante las quejas vecinales" y reconoce que "las terrazas generan ruido" pero hay otros problemas que le preocupan más. "El principal problema es el botellón. Es lo que falta por controlar", denuncia. El presidente de los hosteleros asegura que muchos compañeros del sector "se quejan de destrozos en sus locales" próximos a los jardines de Méndez Núñez durante los fines de semana. Además del ruido que el consumo masivo de alcohol genera en la zona. "Hay quejas, pero nadie actúa al respecto y esto continúa", critica Cañete.