Dice el bombero y responsable de prevención Jesús Valencia que, con la demolición de la torre de prácticas, tienen la misma sensación que cuando dan de baja un camión después de muchos años de servicio en las calles. "Nos da pena porque tenemos muchos recuerdos después de tantos años, pero confiamos en que lo nuevo que venga sea mejor", explica.

Y es que, ahora, el servicio municipal de bomberos de A Coruña estudia la posibilidad de construir una torre que se adapte más a las necesidades actuales y a las emergencias a las que se enfrentan los bomberos cada día.

La torre tiene ya más de treinta años y presenta daños estructurales, así que, han decidido tirarla, porque ya no cumple las condiciones mínimas de seguridad para poder seguir usándola. "Se construyó como los edificios de la Ciudad Vieja, con sus mismas características y pensando en las competencias que teníamos antes, la idea ahora es que sea más cerrada y que no tenga todas las escaleras abiertas, que tenga algún espacio confinado, como un garaje o un sótano, que tenga más altura y, a lo mejor, que esté en otro lugar, como en un lateral del parque", comenta Valencia, porque también son diferentes ahora las características de los edificios a los que acuden a sofocar fuegos.

En estos treinta años, asegura que les ha ayudado mucho, sobre todo, a practicar ejercicios de tirada de mangueras, a preparar rescates en altura y, por supuesto, a entrenar en la subida de escaleras. "Es un edificio emblemático y lo usábamos casi todos los días, pero ahora ya su vida útil se acabó y hay que pensar en lo nuevo", resume Valencia. No será este el único cambio que sufra el parque de Bomberos, el Concello ha sacado a concurso unas obras para acondicionar la planta baja de las instalaciones de A Grela y habilitar unas dependencias específicas para el Grupo de Rescate Acuático (GRA), para sus miembros y su material.

El precio máximo de estos trabajos será de 153.553 euros y el Concello aceptará propuestas hasta el 27 de diciembre. Las obras tendrán como objetivo acondicionar dos aulas y el espacio que hay bajo unas escaleras en el semisótano para que los bomberos del GRA cuenten con vestuario, almacén y un garaje en el que poder guardar su material. Para ello, será necesario demoler el tabique del rocódromo, así como cambiar de lugar el secadero, entre otras actuaciones, ya que tendrán que comunicarse tres espacios que, hasta ahora, eran independientes.