Un estafador fue condenado a un año y nueve meses de cárcel por conseguir apoderarse de mil décimos de Navidad valorados en 20.000 euros. El procesado contactó con la víctima, una lotera de una administración de la ciudad, a principios de agosto de 2013. En esa primera toma de contacto, la convenció de que era el dueño de dos bares de Madrid y que quería adquirir cien series de lotería de Navidad. Para justificar la compra, le contó que unos parientes suyos habían sufrido lesiones en el accidente de tren de Angrois, por lo que tenía "el presentimiento" de que tocaría la lotería en A Coruña.

El procesado acudió al establecimiento el 6 de agosto de 2013, se identificó con su DNI y le explicó a la dueña que era el propietario de un bar situado en la calle Montera, en Madrid, del que le dio el nombre, y que residía en la capital, en concreto, en la calle Mandouri. La responsable de la administración le entregó mil décimos de los números 70261 y 33656, y un recibo en el que figuraban las cantidades de boletos que le había dado para que abonase posteriormente la factura. El titular del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña destaca en la sentencia que la víctima confió "en la apariencia de solvencia del acusado".

Una vez que se hizo con la lotería, el imputado abandonó la administración coruñesa sin intención de pagarla. Tras la denuncia presentada por la lotera, los agentes encargados de la investigación del caso comprobaron que carecía de relación con el bar de Montera del que dijo que era el dueño. La calle en la que aseguró que residía no existe en Madrid. El valor de los boletos ascendía a 20.00 euros, por lo que el procesado fue condenado a indemnizar a la afectada con esa cantidad más la aplicación de los intereses previstos en el Código Civil hasta el dictado de la sentencia.

El representante del Ministerio público demandaba en su escrito de calificación que el sospechoso fuese condenado a más pena, pero finalmente llegó a un acuerdo con el abogado defensor. El sospechoso aceptó el pacto, por lo que se declaró culpable ante el juez y se mostró conforme con ser castigado a un año y nueve meses de prisión por cometer un delito de estafa. De esta forma, evitó la celebración del juicio, durante el que la Fiscalía exigiría una condena mayor.

El titular del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictado bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el caso. El imputado ya había sido condenado en dos ocasiones, en junio de 2011 y en septiembre del mismo año, por cometer estafas en el País Vasco.