El entonces presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, hizo en diciembre de 2007 un llamamiento a la población gallega para que hiciera un uso racional del agua. La comunidad sufría entonces una de las peores sequías de los últimos treinta años y la situación era especialmente grave en A Coruña, ya que el embalse de Cecebre se encontraba al 29% de su capacidad y solo disponía de reservas para dos meses. El director de la empresa municipal de aguas, José Antonio Orejón, no se mostraba sin embargo especialmente preocupado, para lo que recordaba que el invierno anterior el nivel de Cecebre había alcanzado el 22%.

Diez años más tarde, las condiciones climáticas son parecidas, ya que hace solo unos días el embalse que abastece a la comarca se hallaba al 33%, aunque las últimas lluvias han logrado subir la ocupación hasta el 42%. La frecuencia con la que se producen estas situaciones de escasez de precipitaciones parecen reflejar un cambio en el clima que obligará a adoptar medidas preventivas para evitar la escasez de agua.

Hace una década se anunciaba la construcción de un nuevo depósito para mejorar la capacidad de almacenamiento y mejorar la distribución, que finalmente se instaló en Eirís de Abaixo, mientras que ahora se apunta como solución al problema de la sequía el trasvase de agua desde el lago artificial de Meirama al río Barcés en primer lugar y posteriormente al embalse de Cecebre.