Viajar desde A Coruña a cualquiera de las ciudades del Eje Atlántico podrá ser hasta un 5,5% más caro con el nuevo contrato. Un aumento que la Consellería de Infraestruturas justifica por el incremento de los costes salariales derivados del pacto laboral en el sector, por el alza en el precio del combustible y por la evolución del Índice de Precios al Consumo.

La nueva concesión para este servicio del transporte público por carretera permite un aumento de las tarifas, aunque el precio definitivo dependerá de si la empresa adjudicataria ofrece rebajar el máximo permitido por Infraestruturas. Desde A Coruña la conexión de ida y vuelta a Santiago puede encarecerse hasta en 0,5 euros por billete, un 5,55%, mientras que la ruta a Pontevedra puede elevarse de 16,5 a 17,30 euros, un 4,62%, y la de Vigo, de los 19,5 euros actuales a 20,50 euros, un 4,87% más.

La Consellería pretende adjudicar antes de febrero el nuevo contrato para "evitar la pérdida del servicio" ante la renuncia del grupo Monbus a continuar cubriendo estas rutas, que se hará efectiva ese mes. El contrato, cuyo montante total alcanza los 6,93 millones de euros, el de mayor importe en Galicia, incluye además de las de A Coruña las rutas desde Santiago, la conexión entre Pontevedra y Vigo y los trayectos desde Ferrol y Betanzos hacia la capital de Galicia, así como extensiones a localidades como Muros, Noia, Sanxenxo, Ourense yVerín. La Xunta ha incorporado a este contrato otra concesión, la del servicio que une Santiago con Camariñas a través de Noia, Muros y el litoral que hasta ahora había sido licitada aparte. Infraestructuras justifica que esta unión de contratos obedece a que la ruta Santiago-Fisterra "tiene varios recorridos coincidentes" con el del Eje Atlántico, "por lo que se optó por no mantener la duplicidad".

Hasta la fecha, era el grupo Monbus, a través de Castromil y de Empresas Monforte, el que prestaba el servicio en estas rutas, pero la compañía ha renunciado a continuar más allá de los doce meses a los que estaba obligada por ley. Esta decisión, que ya tomaron el pasado año otras empresas del sector, al considerar muchas de estas rutas deficitarias.

A diferencia de otros contratos licitados a raíz de la renuncia de las concesionarias, en esta concesión "no existe aportación" económica de la Xunta, sino que es "a riesgo y ventura" de las empresas. Infraestructuras señala que, en los concursos de verano, las empresas ofertaron una "reducción de tarifas importante" respecto a los máximos fijados por la Administración. "Aquí puede pasar lo mismo", remarcan las fuentes de Infraestruturas.

El plan de la administración gallega es redibujar por completo el mapa de transporte público en 2019, cuando licitará de nuevo las rutas ya adecuadas a las nuevas condiciones y recorridos del Plan de Transporte Público de Galicia, por lo que el nuevo contrato del Eje Atlántico contempla la prestación del servicio durante 16 meses, con opción a ser prorrogado durante otros ocho meses más.

La Consellería de Infraestruturas asegura que la rentabilidad de los contratos está garantizada gracias a una fórmula que agrupa las rutas deficitarias pero necesarias para no dejar aislada a parte de la población con otras de gran demanda.

De esta manera, la administración gallega pretende blindar los contratos para evitar futuras renuncias por parte de las concesionarias.

En el anteproyecto de la Consellería para esta concesión, los coste fundamentales a los que deberá hacer frente la concesionaria serán el de los salarios de los conductores (2,62 millones de euros, el 44,8%) y el del mantenimiento y carburante de los autobuses (2,5 millones, el 42,9%).