El número de solicitudes de la renta social municipal alcanzó las 444 en catorce meses, desde la apertura del plazo de solicitudes, el 30 de septiembre de 2016, hasta el pasado 20 de noviembre. En diciembre, permanecían activas 187 rentas, correspondientes a otros tantos núcleos familiares que la percibían. Las que fueron denegadas hasta esa fecha fueron 50. La decisión municipal se debió a que los solicitantes no aceptaron las condiciones fijadas en el proyecto de inclusión social que deben seguir para recibir la ayuda o porque sus condiciones personales cambiaron durante la tramitación de la solicitud, ya que empezaron a trabajar o adquirieron el derecho a cobrar la Risga.

El Concello detalló en respuesta a una pregunta escrita del BNG que de las 187 familias que percibieron la renta social durante el mes de diciembre, 42 de ellas contaban con personas que recibían alguna remuneración salarial, mientras que otras 88 no tenían ninguna. Otras siete cobraban pensiones y un salario, a las que se sumaban doce que percibían alguna clase de pensión o prestación social.

La Concejalía de Xustiza Social destaca que conoce las necesidades de las personas que atiende en los servicios sociales municipales, pero se fija como objetivo saber las de quienes no acuden a solicitarlos y disponer de un mapa de los recursos disponibles para atenderlas. El departamento asegura que tras un año de experiencia de la renta social, en 2018 será posible realizar una "evaluación global" de su funcionamiento para efectuar una revisión en caso de que sea necesario.

En Ejecutivo explica también que los beneficiarios de la renta social son objeto de un estudio individual por las trabajadoras sociales para conocer sus necesidades y sus conocimientos, con el fin de elaborar un plan de intervención para cada persona o familia que permita su inclusión en la sociedad. En el área personal y sociofamiliar, a quienes reciben la ayuda se les proporciona información y orientación, además de formación sobre habilidades sociales, asesoramiento y ayuda escolar, así como la posible inclusión en el programa de trabajo con familias.

En el campo cultural, el Concello ofrece cursos de idiomas, orientación jurídica, formación sobre la sociedad coruñesa a personas procedentes de otros países y cursos de integración. Para la formación de los beneficiarios de la renta social están prevista la adquisición del título de la Educación Secundaria de Adultos, la participación en la formación ocupacional que ofertan la Administración o entidades sociales, así como la alfabetización digital.

El plan de intervención actúa también en el terreno sociosanitario mediante la motivación, el acompañamiento y la concienciación de estas personas, a las que también se puede derivar a los servicios sociales especializados y posteriormente efectuar un seguimiento del cumplimiento de las pautas que les indiquen estos profesionales.

Economía doméstica

En el área de vivienda y economía doméstica, los perceptores de la renta social son asesorados sobre los hábitos para gestionar sus ingresos y gastos, la solicitud de viviendas públicas y la obtención de bonificaciones en contratos de suministros. Otro de los campos en los que se opera con los beneficiarios es el laboral, ya que se les informa y asesora sobre los recursos existentes para la búsqueda de empleo y acerca de la posibilidad de inscribirse en el sistema de garantía juvenil. También se les apoya para que elaboren su currículum y para que participen en procesos de selección de personal.

El Concello informó al BNG que durante los meses de octubre y noviembre realizó en centros cívicos municipales acciones formativas para estas personas en diferentes campos, como la mejora de habilidades sociales, gestión doméstica, habilidades prelaborales o alfabetización. Esas iniciativas respondieron a las necesidades apreciadas al examinar las circunstancias de cada solicitante de la prestación.