La renta social entró en los presupuestos municipales en 2016 con una partida de 2,1 millones de euros. La idea inicial era que contase con tres, pero su aprobación tardía hizo que esa consignación se redujese. Esta ayuda a los vecinos con dificultades económicas era el punto número doce de las 25 medidas que Marea Atlántica se comprometió a impulsar durante sus primeros cien días de gobierno. El 1 de octubre de 2016 se abrió el plazo para solicitar esta prestación, tan solo unos días después, el 27 de octubre, la Junta de Gobierno local aprobó llevar a pleno un cambio en el presupuesto para reducir esta partida, de 2,1 millones a 900.000 euros para que el dinero restante, 1,2 millones, se pudiese invertir en saldar la deuda que la empresa municipal Emvsa ha ido acumulando desde que, a partir de 2008, el Ayuntamiento le ha ido encomendando trabajos como la gestión de las multas o la reforma de las instalaciones deportivas de la fábrica de armas. Para entonces, según el Gobierno local, la reducción de la partida no suponía una merma en el servicio, ya que estaba en implantación. En el presupuesto de 2018, el Concello reservó una partida de más de un millón de euros, ya que la cifra se va adaptando a la demanda de esta prestación, según fuentes municipales. La oposición ha censurado esta rebaja.