La repavimentación del firme de la calle Veramar, que se inició ayer, es la última fase de una actuación de reurbanización de la zona que cuenta con un presupuesto de 120.000 euros.

Además de revisar, renovar y mejorar las canalizaciones municipales, esta obra también mejora la accesibilidad y seguridad del vial. Los operarios se encargan ahora de la retirada y reposición del firme de la calzada para concluir la actuación.

Antes de estos trabajos de repavimentación, se llevó a cabo la construcción de una glorieta en el extremo de la calle más cercano al paseo marítimo. Con este nuevo elemento, según el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, "se mejoran las condiciones de cruce y maniobra, así como el rango de los vehículos que podrán usar este vial, que seguirá siendo de doble sentido".

También se instalaron en la calle Veramar nuevas barandillas, luminarias y contenedores. La señalización será el último paso.