La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) criticó ayer en un comunicado las declaraciones realizadas el viernes por el alcalde, Xulio Ferreiro, sobre los funcionarios de la Xunta, de los que dijo que recibían instrucciones de ralentizar de forma intencionada la tramitación de los proyectos del Concello. El sindicato considera que esa acusación es una "cobardía política" y exige al regidor una rectificación y una disculpa pública "al conjunto de los empleados públicos y, especialmente, a los de la Xunta", por acusarles de "dejación de funciones".

El CSIF insta a Ferreiro a denunciar los casos a los que se refiere si conoce "coacciones con intencionalidades políticas" para que los traslade al Ministerio Fiscal. El sindicato reclama al regidor que muestre el "máximo respeto" para el trabajo funcionarial y le pide "que deje de utilizarlos en sus guerras con otras administraciones", lo que a su juicio "denota una forma de ocultar una deficiente gestión".

Las acusaciones del alcalde fueron respondidas por representantes del PP poco después de realizarlas. La conselleira de Medio Ambiente y virtual candidata a la Alcaldía por los populares, Beatriz Mato, negó que la Xunta obstaculizase planes del Concello y acusó a Ferreiro de querer "camuflar" su "poca capacidad".