La puerta de San Miguel, una de las entradas de la antigua muralla de la ciudad, será restaurada por el Concello mediante una actuación que ya fue adjudicada y que cuenta con un presupuesto de 28.400 euros. El Gobierno local se halla a la espera de recibir la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, organismo que tiene la competencia para supervisar estas iniciativas, para llevarlas a cabo.

Según detalla el Ejecutivo municipal en respuesta a una pregunta escrita del grupo socialista, el arqueólogo del Concello remitió el proyecto el pasado 9 de noviembre y, al haber un plazo de tres meses para emitir el dictamen, se calcula que las obras se realizarán en los meses de febrero o marzo.

La contestación a los socialistas admite que el estado actual de la puerta es de "abandono", a lo que añade que se contrató la redacción del proyecto para restaurar y consolidar este punto de la muralla, considerado como el primitivo acceso a la ciudad desde el mar. El PSOE destacaba precisamente este carácter y el valor histórico de la puerta, ya que fue el lugar mediante el que Carlos I embarcó en 1520 desde A Coruña con destino a su coronación como emperador de Alemania en la ciudad de Aquisgrán. El monarca había permanecido los días anteriores en la ciudad, donde celebró las Cortes que aprobaron los gastos necesarios para costear su candidatura imperial.

También hacían mención los socialistas al hallazgo en 2013 al pie de la puerta de los escalones que permitían la salida desde el interior de la muralla hasta el mar, que habían quedado ocultos en los últimos años por los rellenos que fueron efectuados para urbanizar la zona. Las escaleras quedaron visibles gracias a la excavación que se efectuó en el lugar, que desde entonces permanece vallado a la espera del acondicionamiento que el Concello pretende realizar ahora.

Los trabajos que se pretenden desarrollar ahora consisten en la limpieza de las piedras que forman la puerta, así como la retirada de los hongos y musgo crecidos sobre ellas. También se consolidará el canal abierto en las escaleras para la caída del agua y se calzarán los tres escalones existentes. Los elementos en situación de inestabilidad serán ajustados con el uso de resinas y silicato de litio, mientras que la zona de las escaleras se impermeabilizará con un líquido incoloro y transpirable.

Otra actuación prevista es la colocación de una lámina geotextil sobre el canal y el relleno descubierto, que se encuentra sobre una zona de interés arqueológico. El proyecto incluye la colocación de tierra vegetal en forma de talud en las proximidades de la acera, así como el sembrado de césped. La arqueta del saneamiento existente en ese punto será revocada con escayola en las zonas que queden a la vista, mientras que la tapa de registro será sustituida por otra de piedra, similar a la de la muralla. Se instalará además un vallado bajo a base de barras de acero envejecido para proteger el monumento, al que también se dotará de iluminación mediante cuatro proyectores en el exterior y otro en el interior, todos ellos de tecnología LED.

Antes de iniciar las obras, se efectuará un plano de las escaleras y la zona excavada mediante la ayuda de fotografías, mientras que al concluir el proyecto se topografiará el conjunto.