Un total de 802 bocas de riego se encuentran repartidas por diferentes zonas urbanas de la ciudad pero solo el 15% se encuentran en perfecto estado. El resto, o cuentan con pequeñas averías o su deterioro es tal que resultan inservibles y deben ser sustituidas de inmediato, según consta en el proyecto licitado ayer por el Ayuntamiento para reparar, sustituir e instalar nuevas válvulas. Estas obras cuentan con un presupuesto máximo de 395.945 euros y un plazo de ejecución de siete meses.

En el proceso de inspección y análisis de las bocas de riego que hay actualmente en la ciudad, se encontraron varios defectos como arquetas llenas de tierra, llaves de entrada rotas, inundaciones de agua por fuga, atascos en la tubería de acometida, tapas de fundición rotas o inexistentes o roturas en la tubería de alimentación, entre otras cosas. Algunas de estas averías no tienen arreglo, por lo que se optaría por la sustitución completa de la boca, sus conexiones y el pavimento sobre el que se encuentra. De este tipo se han detectado 496 unidades. Además, algunas bocas reúnen más de un defecto que dificulta su funcionamiento.

La inspección contabilizó otras válvulas averiadas pero que tan solo necesitan una pequeña reparación, por lo que se descartaría realizar una obra mayor. Existen además una serie de unidades con la acometida no operativa, por lo que su puesta en funcionamiento corresponde a Emalcsa, según se indica en las bases del concurso.

Para reforzar este sistema de riego, el proyecto elaborado por el Concello prevé la instalación de 394 unidades nuevas. Un total de 325 se colocarán en varios puntos del centro de la ciudad mientras que 41 serán instaladas en A Grela y las otras 28, en Pocomaco.

Estas actuaciones de reparación, sustitución e instalación se llevarán a cabo en 931 ubicaciones diferentes para apoyar las bocas de riego ya existentes y también proceder a la limpieza de aceras y calzadas con los medios de presurización adecuados. El plazo de ejecución para ello se ha elevado de los cuatro meses iniciales a los siete que marca el pliego de condiciones.

La necesidad de arreglar y ampliar el parque de bocas de riego nace de la propuesta del Gobierno local de hacer un uso más intensivo de estos elementos. Se busca una mejora del crecimiento vegetativo de los jardines de la ciudad, que se mantienen con estas válvulas, así como un incremento de la limpieza viaria con agua pues resulta más efectiva que el barrido.

Esta práctica fue suprimida el pasado mes de noviembre por el descenso del nivel del embalse de Cecebre debido a la sequía. Una vez la situación mejore y se retomen los baldeos, según manifiesta la empresa encargada de la redacción d este proyecto, el funcionamiento de las bocas de riego es clave para evitar fugas y gastos innecesarios de agua en épocas de escasez de lluvias.