Una adolescente ha sido condenada por insultar, denigrar y agredir a su madre. Los "reiterados incidentes con una notoria carga de agresividad" que protagonizó a partir de que cumplió la mayoría de edad ocasionaron "un insoportable clima en la convivencia doméstica", según destaca el juez en la sentencia. El magistrado tuvo en cuenta a la hora de dictar la pena la eximente incompleta de alteración psíquica, pues la acusada estaba diagnosticada de un trastorno de la personalidad tipo límite que conlleva "una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo".

La joven ha sido condenada a la prohibición de aproximarse a su madre, a su domicilio, a su lugar de trabajo o a cualquier otro sitio que frecuente durante dos años y cuatro meses; a cinco días de trabajos en beneficio de la comunidad; y a dos años y nueve meses de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. Además, el juez le impuso como medida de seguridad, durante un máximo de tres años, la libertad vigilada consistente en el sometimiento a control judicial del cumplimiento de su obligación de seguimiento del tratamiento adecuado a su patología. La custodia la ejercerá el padre. El magistrado también la sentenció a diez meses de cárcel por cometer un delito de maltrato en el ámbito familiar, pero aceptó que la pena se suspenda con la condición de que no vuelva a delinquir en dos años y que se someta al tratamiento médico pautado para su enfermedad.

La procesada cumplió 18 años en mayo de 2014 y, desde ese mes hasta que los padres se vieron obligados a alertar a la policía, el 19 de septiembre de ese año, protagonizó múltiples incidentes "que alteraron de forma notoria la estabilidad psíquica de sus padres". El juez de Penal 4 describe en el fallo algunos de los "más significativos episodios". El 19 de junio, acudió al dormitorio de sus padres, quienes se negaron a darle el dinero que les pedía, y extrajo "con violencia" los cajones de la mesilla en busca de efectivo. Los días 17, 18 y 19 de septiembre dirigió a su madre expresiones "vejatorias" como "puta o zorra" e "intimidantes", como "te voy a pisar". El magistrado asegura que fueron "constantes las frases denigratorias" que la adolescente le espetó a su progenitora "en los meses posteriores al cumplimiento de los 18 años".

La condenada también sacó de su marco una fotografía suya vestida de primera comunión que estaba expuesta en el salón de la vivienda familiar y la rompió. "Lo mismo hizo con otra colocada en su habitación y con el marco que la contenía", relata el juez en la sentencia, en la que asevera que en "al menos una ocasión" agredió a su madre, a la que propinó "un fuerte empujón".

La víctima denunció a su hija en septiembre de 2014. Ese día, le envió un mensaje en el que le exigía que le abriese la casa y le decía: "Muérete, puta". En cuanto llegó al piso, la imputada propinó patadas a la puerta exterior y "causó tal desasosiego en sus padres que tomaron la decisión de llamar a la policía". El magistrado destaca que "los actos de violencia" se centraban "en su madre" y ocurrían dentro del domicilio familiar, situado en la ronda de Outeiro.

La sospechosa se acogió en el juicio a su derecho a no declarar, mientras que sus padres depusieron "como testigos" en la vista oral, en la que ofrecieron, según señala el titular de Penal 4, "un testimonio unívoco que merece pleno crédito, evidenciándose que ningún interés tienen en perjudicar a su hija, sino todo lo contrario". Contra el fallo cabe presentar recurso ante la Audiencia Provincial de A Coruña.